El El sexto día con Arnold Schwarzenegger es una película con referencias bíblicas y con un homenaje a la ciencia ficción. El sexto día es la jornada en la que, según la Biblia, Dios creó al hombre. El personaje de Arnold se llama Adam Gibson. Adam por Adán, el primer hombre, y Gibson por William Gibson, el autor de la novela Neuromante, la obra que fundó el estilo cyberpunk en la década del ochenta.
Arnold llegó a Estados Unidos hace más de 20 años y se convirtió en una de los clásicos del cine de acción gracias a películas como Conan y la saga de Terminator, de la cual el actor estaría por filmar la tercera entrega. La última película que se vio de él en Rosario fue El día final, donde Arnold se enfrenta nada menos que al diablo, interpretado por Gabriel Byrne.
El nivel de popularidad del actor lo ha llevado a pensar en abrazar la carrera política. Hay gente metida en la política en la que no se puede confiar, muchos actúan como niños pequeños. En cualquier país del mundo, cuando pierdes felicitas a tu oponente, admites tu derrota y lo intentas cuatro años después. Pero aquí parece que los políticos se aferran tanto a lo suyo que no lo quieren soltar y, por primera vez en la historia, se llevan mutuamente a los tribunales, confesó.
A mí me gustaría entrar en política para demostrar que hay otra forma de hacerlo, dijo el actor. Yo sería un político tradicional, con el único propósito de servir a la gente y no a mí mismo. Esa gente sólo se mete en política para servir a su ego, y temas como la educación, la salud, la gente que necesita ayuda, les trae sin cuidado. Es vergonzoso. Según las encuestas, las dos profesiones de las que desconfía más población norteamericana son los políticos y los abogados. Me gustaría estar en el poder para demostrar que es posible ser un buen político. Es lo que está haciendo mi amigo Jesse Ventura (luchador de wrestling) como gobernador del Estado de Minnesota, dijo el actor confiado en su futuro en la política.
Un director Bond
Roger Spottiswoode, director de películas como Bajo fuego, y la aventura de James Bond El mañana nunca muere, ha sido el encargado de dirigir el nuevo filme de Schwarzenegger.
Antes de trabajar como director, Spottiswoode estuvo a las órdenes de Sam Peckinpah en la edición de películas como Perros de paja y Patt Garret y Billy The Kid. Un maestro del cine de acción del que Spottiswoode contó una anécdota reveladora. Peckinpah me enseñó que la acción está basada en los personajes, no en la violencia por sí misma. Sus películas estaban ligadas a la vida, muchas veces a la suya, y no al estilo, señaló.
Recuerdo un día, durante el rodaje de «Patt Garret y Billy The Kid», en que discutíamos en su habitación del hotel en Durango (México), mientras él yacía desnudo sobre la cama, con una botella de vodka entre las piernas y un revólver del 45 en la mano disparando a su propia imagen en el espejo. Al día siguiente tenía escrita la escena final del filme inspirada en ese momento, un drama surgido directamente desde la vida, agregó el director satisfecho de poder mostrar sus credenciales.