Iván Hernández Larguía (*)
El barrio depende, para ser reconocido como tal, de referentes de identidad que le sean propios sin importar su naturaleza. Fisherton es rico en su iconografía arquitectónica y urbana. La pequeña parrroquia de Cristo Rey (tan dejada de la mano de Dios -curiosa paradoja- en su conservación) y la vieja estación del Central Argentino (alejada de la mano de Dios pero con mejor memoria de los hombres para su preservación) constituyen dos referentes insoslayables en su carácter y en su vigor simbólico-signográfico. Junto a estas dos obras están los muy severos ejemplos de la arquitectura funcional inglesa que se conjugan en un concierto de tan altivas como de menos pretenciosas residencias, cargadas de un atrayente pintorequismo. Sus veredas están limitadas por cercos saturados de ligustros, hoy acosados por ingratos paredones que a cuenta de una pretendida seguridad los desplazan, y peor aun, lo ridiculizan con afrancesadas verjas. Y entonces reconocemos una característica que nos es propia y que debemos defender. * Profesor de Historia de la Arquitectura y el Arte
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