Educación por el arte ¿qué significa? ¿cuál es su fundamento? Herbert Read llamó así a una forma de educación que tiene más relación con la psicopedagogía que con la estética. Debemos hablar de educación para la vida o educación para la creatividad. Read no se cansó de repetir que el arte es un instrumento educativo y no una simple materia de enseñanza como tantas otras.
La palabra arte confunde, ya que siempre se pensó que lo relacionado con las artes era algo sólo para algunos elegidos. Sin embargo, sabemos que el niño para aprender, necesita tocar, percibir sentir experimentar con las cosas. No sólo que le hablen de cosas o leer sobre las cosas. Si un niño puede asociar, experimentar, observar, seleccionar, analizar, relacionar, sintetizar, si puede resolver creando con materiales diversos, desarrollará facetas que resultarán un verdadero patrimonio personal para aplicar en su propia vida, fortificando la autoafirmación y sobre todo, la posibilidad de lograr el equilibrio en su pensamiento y su acción.
El arte emana de los sentidos y es por lo sensoperceptual cómo el niño podrá acercarse al mundo que lo rodea, reconocerlo e incorporarlo, es el mejor material didáctico. Toda actividad creativa deja su principal enseñanza en el mundo interno del niño, en esa capacidad de sobreponerse a cualquier cambio. Un acto creativo es un ejemplo de aprendizaje porque representa un cambio de comportamiento. Por lo tanto, se deben estimular las experiencias creadoras porque los aprendizajes sólo se harán a través de los descubrimientos de cada uno. Así, creando con la mayor cantidad de materiales posibles y guiado el niño adecuadamente, también aprenderá a pensar.
Responsabilidad de todos
¿El tema es específico para los educadores? No, todos estamos involucrados. Padres, maestros, la sociedad toda. No podemos prever qué necesitarán saber, conocer o ser nuestros niños en el futuro, pero sí sabemos que tendrán que poseer una capacidad especial para adaptarse a los cambios, esfuerzo, tenacidad, seguridad, disciplina, equilibrio, autonomía.
Es responsabilidad de todos el prepararlos para su trayectoria vital. Deben ser sensibles a los cambios para poder ajustar su comportamiento o controlar su propio cambio personal; y nos toca a nosotros también descubrir su talento cuando todavía es potencial -eso significa conocerlo- y para eso debemos verlos en la acción, en las actividades creadoras, en el proceso del trabajo, que en este caso tiene más importancia que el resultado (aunque el resultado del trabajo infantil, bien estimulado, es realmente asombroso).
Además, educar, etimológicamente significa (del latín) Ed: salir de /ducar :guiar, por lo tanto es conducir sacando, o sacar lo que está adentro. Sabemos que el niño, especialmente en la etapa pre-lógica, necesita materia abundante, oportuna y variada para alimentar la sensibilidad y la intuición y así naturalmente acceder al conocimiento. Nuestro trabajo debe ser ese: guiar al niño para los propios descubrimientos y en contacto con las cosas.
¿Hay ya resultados de esta forma de educar? Sí, y muy buenos. Aunque aislados y muchas veces abortados. Se han realizado y se realizan interesantes experiencias en nuestro país y el exterior aunque aún hay mucho por hacer, los resultados obtenidos dan idea de que no podemos perder más tiempo. El futuro así lo exige.