Para establecer las bases del diálogo entre el gobierno y los sindicatos, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, volvió a poner ayer como condición que no se hable del modelo económico, en tanto que el titular de la CTA, Víctor de Gennaro, exigió una lucha frontal contra la desocupación para atacar de lleno al momento de emergencia que vive el país. Mientras, el secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, reclamó que ese sector participe del diálogo social junto al gobierno y los sindicatos, para discutir, con grandeza, el problema de los argentinos.
Según Bullrich, el tema es cuál es la plataforma de acuerdos mínimos sobre los cuales hay que comenzar a trabajar. Tiene que construirse sobre bases que permitan partir a todos desde una misma realidad.
La ministra insistió en no dejar la más mínima duda. En diálogo con una radio porteña, dijo que lo que no puede hacer el gobierno es cambiar aquellas cosas que cree son las que le van a permitir que el país comience a crecer, porque hay pautas mínimas, hay temas que no pueden ponerse en discusión.
También en declaraciones radiales, De Gennaro consideró que la futura acción gubernamental debe apuntar a reconstruir el tejido social de la Argentina, por lo que consideró necesario poner en marcha un sistema de seguro de desempleo para jefes o jefas de hogar, entre otras cuestiones.
Después aseguró que tras el paro realizado por los gremios la razón de Estado que debe encarar el gobierno de Fernando de la Rúa es la lucha frontal contra la desocupación.
Así las cosas recomendó al gobierno la formación de un gabinete de emergencia para transitar este tiempo, el cual definió como un momento de emergencia social.
Consultado sobre el origen de los fondos para financiar estos proyecto, el gremialista estimó que plata sobra en el país y dijo que para poner en marcha esto lo que hay que hacer es cobrar impuestos a todos y en forma pareja.
En la actualidad se exime a los sectores financieros de la renta financiera, y estos son 5.700 millones de pesos, de allí se contaría con la plata para este seguro de empleo, según explicó De Gennaro.
De Mendiguren, a su turno, aseguró que en situaciones complicadas como las que existen no hay soluciones mágicas o únicas: hace falta, tal como hicieron todos los países en situaciones parecidas, reestudiar los ámbitos donde pueda encontrarse un diálogo social.
Contra el fundamentalismo
El empresario de no dejó pasar la oportunidad para pedir que se abra una nueva mesa de negociación, a la que asistan todos los sectores sociales, para mantener un diálogo constructivo, y que esto no esté marcado por el fundamentalismo que vimos aplicar en los últimos años en la Argentina.
La ministra Bullrich justificó además el proyecto de reforma previsional que tiene en mente la administración De la Rúa.
Según la funcionaria, en esa iniciativa, la mujer tiene dos opciones: puede jubilarse a los 60 ó 65 años. Si lo hace a los 65 años tiene, por lo tanto, dos beneficios extraordinarios: todas las garantías de la prestación suplementaria y una tabla actuarial igual a la del hombre, es decir que su plata se divide por menos años y, en consecuencia, tiene más plata.
Hoy las mujeres se jubilan promedio a los 63 años. Creemos que va a tender a jubilarse a los 65 años para tener un haber igual al del hombre, agregó.
Precisó también que la edad de corte de la Prestación Básica Universal (PBU) es a los 600 pesos de haber jubilatorio que representa un salario 1.460 pesos.
El salario medio son 865 pesos -continuó Bullrich-, por lo que estamos en un 70 por ciento arriba del salario medio.
Con respecto a la desregulación de las obras sociales, la ministra dijo que se está terminando el trabajo correctivo del decreto de necesidad y urgencia de mediados de año, donde se va a hablar de procedimientos de cómo va a ser el sistema.
Va a haber libre elección -confirmó-: la persona va a poder elegir dentro de las (obras sociales) que estén registradas, las que califiquen. Y se ratifica el 1 de enero como fecha de comienzo.
La Ciudad
