Después de un breve remanso parlamentario, el Senado se dispone a iniciar una maratón legislativa de acá a fin de año, con el pacto fiscal, el presupuesto, la reforma previsional y la reforma política en el tope de la agenda. Si bien hay algunos proyectos que cuentan con un alto grado de consenso, la envergadura de las iniciativas hace presagiar fuertes debates para el período de sesiones extraordinarias que se iniciará el 1 de diciembre, especialmente en relación con el presupuesto y la reforma previsional.
La actividad inmediata se iniciará mañana, cuando el bloque de senadores justicialistas reciba a las 17, en la Cámara alta, a los gobernadores de su partido para que les expliquen los alcances del acuerdo fiscal que suscribieron con el Ejecutivo nacional y debatir el presupuesto que en ese momento estará tratándose en el recinto de la Cámara de Diputados.
Según informaron fuentes del bloque, ya confirmaron su presencia 10 de los 13 gobernadores opositores que suscribieron el acuerdo que establece pautas en los gastos de las provincias para los próximos cinco años.
Los que aseguraron que concurrirán son Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota, Carlos Reutemann, Julio Miranda, Gildo Insfrán, Carlos Manfredotti, Carlos Rovira, Rubén Marín, Angel Maza, Eduardo Fellner.
De acuerdo con lo adelantado por el jefe del bloque José Luis Gioja, el pacto fiscal será aprobado sin mayores reparos porque ya fue firmado por los gobernadores, aunque ni ellos ni nosotros estamos de acuerdo con su contenido.
Precisamente el presupuesto es uno de los temas más candentes, ya que los senadores de la oposición adelantaron que no piensan tratarlo si se hacen reducciones en los subsidios al tabaco y a los combustibles en el sur.
Como la intención es agotar el debate en Diputados para que el texto llegue sin mayores conflictos al siempre convulsionado Senado, el miércoles se reunieron el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Verna, con su par de Diputados, Raúl Baglini, y su compañero de bancada Jesús Rodríguez.
Entre el miércoles y el jueves, en tanto, Baglini y Rodríguez se sumaron al viceministro de Economía, Mario Vicens, para hablar por separado con el presidente provisional Mario Losada y con el jefe del bloque de senadores radicales, Jorge Agúndez, para tantear cómo se presentaba el panorama en el Senado.
Agúndez les explicó que si no se modificaban en el proyecto los recortes a los fondos al tabaco y a los combustibles, acá lo van a rechazar con dos tercios porque no vamos a poder garantizar ni siquiera los veinte votos radicales, con lo cual haría falta igual proporción en Diputados para insistir con la versión original.
Ante este panorama, en Diputados se avanzó en la idea de morigerar esos aspectos, al punto de que ayer el jefe del bloque radical, Horacio Pernasetti, sostuvo que estaban estudiando mantener los niveles de subsidios del presupuesto del 2.000.
No promete ser menos conflictiva la propuesta del gobierno para reformar el sistema previsional, iniciativa que si bien ingresa por Diputados ya presenta una dura resistencia en el Senado.
Gioja, adelantó que en el bloque estamos en contra de la propuesta. Si es lo que conocemos hasta ahora, es decir, la eliminación del PBU (Prestación Básica Universal) y del sistema de reparto, y el aumento de la edad jubilatoria de la mujer, no lo vamos a aprobar.
El desconocido Cantarero
Por otra parte, el justicialista Emilio Cantarero aseveró ayer que antes de producirse el escándalo de los presuntos sobornos para aprobar la ley de reforma laboral en el Senado era un desconocido, y que el ex presidente Carlos Menem lo exhortó a seguir adelante a pesar de quedar señalado como uno de los principales implicados en el caso.
De todos modos negó encontrarse marginado de la política luego de recibir una prórroga de la licencia que lo mantiene alejado del Congreso, desde que se desataran las denuncias de coimas en la Cámara alta, en agosto último.
El martes pasado Menem me invitó en Buenos Aires a la reunión con los senadores peronistas, y allí me exhortó a no bajar los brazos y a seguir luchando, confió entusiasmado el legislador del PJ a un matutino porteño.
Cantarero, además, afirmó: Yo era un anónimo salteño en Buenos Aires hasta que pasó todo esto, en referencia al escándalo en el Congreso, y refutó haberse quedado fuera del Legislativo: No, no estoy marginado de la política y cumplo mis funciones.
Sobre su imagen ante la opinión pública, lamentó que hasta han escrito que soy el jefe de la mafia, pero mi abogado me dijo que no hable de temas judiciales. Me planteó que eligiera entre seguir siendo un hombre político o un ciudadano dedicado a demostrar su inocencia. Son varias causas, voy a pasear mucho por los tribunales.
La Ciudad
