Los vecinalistas de Rosario reclamaron mayor participación en las decisiones municipales y en la fiscalización de los actos de gobierno. Pidieron ser consultados a la hora de definir los alcances del presupuesto del municipio local y que se prioricen las obras públicas que benefician la calidad de vida en los barrios, como el zanjeo o el pavimento. También quieren una participación activa en los entes reguladores de las empresas prestatarias de los servicios públicos o a concesionar. En el marco del V Congreso de Vecinales de la ciudad, los representantes le hicieron llegar sus pedidos al intendente Hermes Binner en forma personal. Pese al contenido de las peticiones, el discurso del mandatario en el acto de cierre igual se llevó el aplauso de los vecinalistas que habían estado muy duros a la hora de la crítica (ver aparte).
Queremos un espacio para ser escuchados y que las vecinales sirvan como entes de fiscalización de las obras y el gasto de los dineros públicos. En definitiva, que la comunidad participe no sólo con el voto, planteó Fabián Legaristi (de la vecinal 1º de Mayo). En forma puntual, los delegados barriales reclamaron por la situación del transporte público, la falta de apoyo estatal a los centros de salud de las vecinales, la situación social y la inseguridad, entre otros.
El congreso se desarrolló durante el fin de semana en la sede del Complejo Gurruchaga y participaron representantes de 52 vecinales, sobre un total de 106 entidades que hay en Rosario. Con este tipo de evento se trata de debatir los problemas de los barrios y recuperar la participación del vecinalismo en la discusión de los grandes temas de la ciudad.
Al acto de cierre concurrieron el intendente, su director de Vecinales, Raúl Capilla, el diputado provincial Carlos Favario (de la democracia progresista) y la defensora del Pueblo, María Angélica Gastaldi.
Los problemas de los barrios
El principal reclamo de los vecinalistas fue el de la participación. Así lo habían planteado hace 10 días tres veteranos representantes del sector en una nota en La Capital. Queremos un lugar en donde se toman las grandes decisiones para que la gente pueda participar y fiscalizar los actos de gobierno, exigió Legaristi. Y puso como ejemplo la necesidad de que se los consulte en el debate del presupuesto municipal para el 2001, cuyo proyecto está en el Concejo Municipal. O la inclusión de un delegado en los entes reguladores de la prestación de los servicios públicos concesionados.
En ese sentido, Osvaldo Ortolani (de Empalme Graneros) insistió con que se prioricen obras que beneficien a los barrios en lugar de emprendimientos faraónicos como la compra de un predio ferial. Hoy es más importante tapar una zanja que cualquier otra obra, por más linda que sea, azuzó.
También protestaron por la situación de los centros de salud vecinales. Rubén Carranza (de la vecinal Uriburu y la Guardia) expuso la falta de apoyo estatal para que el dispensario de su barrio pueda seguir funcionando. Allí se atiende de 20 a 30 pacientes por día y desde hace años venimos peleando por una ayuda, pero sin respuesta, destacó.
El tema de la inseguridad es la problemática común que expusieron todos los delegados. Por eso se decidió pedir una audiencia urgente con el ministro de Gobierno provincial, Angel Baltuzzi, y mientras tanto elaboraron una serie de medidas de prevención para los vecinos.
Frente a los altos índices de desocupación de la ciudad, Carlos Cena (de la vecinal Pueyrredón) propuso que los planes de empleo estatales se vuelquen en la realización de las obras que necesitan los barrios, como la construcción de veredas.
Desde la vecinal del barrio Sarmiento, Susana Solanes expuso la compleja situación social que se vive con la llegada de nuevos habitantes que son las familias emigrantes de otras provincias. Estimó, junto a Ortolani, que la población aumentó un 30 por ciento y que es una problemática que aún falta resolver.
Conocedor de los inconvenientes que causan las crecidas del arroyo Ludueña, Leonildo Foresto (de Empalme Graneros y fundador del movimiento Nunca más Inundaciones) pidió que se concrete la canalización de ese curso de agua desde Circunvalación hasta Jorge Newbery, un proyecto que ya está licitado y prometido por el gobierno provincial. Con las últimas lluvias hubo sectores de la ciudad que estuvieron anegados por la falta de esta obra, indicó.
Los vecinalistas se propusieron abrir las instituciones a la comunidad y lograr que la gente participe, aunque también hicieron una autocrítica sobre la asistencia de nada más que la mitad de las vecinales rosarinas al congreso. Las voces se van acallando cuando son menos, por eso hay que crecer en la participación vecinalista, si no, no nos escucharán jamás, lanzó Carlos Lombardo, de Azcuénaga Sur.
La Ciudad
