Rodolfo Montes
Un ocurrente y relajado Eros Ramazzotti pasó por Buenos Aires para presentar su nuevo trabajo discográfico Estilo Libre. El hombre, con sólo 37 años, ya vendió 30 millones de discos y está por cumplir veinte años de carrera como músico, aunque su consagración internacional se produjo a finales de los años 80.
De su paso por Buenos Aires rescató que, si bien es reconocido por la gente, puedo salir a caminar y tomar un helado por la calle sin que me acosen, como si fuera Ricky Martin.
El disco presentado -que suena planchado en un standard música internacional alejado del mejor Eros más rústico de otros tiempos- seguramente no será celebrado como uno de sus mejores trabajos. Pero la capacidad de seducción del artista no está en juego, ahora rapado por motivaciones psicológicas aduce, riéndose sin reírse, ante una observación sobre su imagen.
En una charla que demostró cuánto mejor canta Eros (en español) de lo que conversa, la entrevista navegó sin rumbo claro, estilo libre, por una vocación permanente de la estrella internacional de tomarse todo, o casi todo, con humor. Frases cortas y creativas, explicaciones escasas, tal vez el único remedio que Eros encuentra a las pesadas giras promocionales que programan las compañías discográficas.
-Se ve una búsqueda de otros ritmos, más dance en este disco, ¿qué lo llevó por ese camino?
-Lo que me lleva a hacer algo distinto surge de mis propias inquietudes. Yo nací con esto adentro y es lo que me lleva a cantar, a componer el arte de la música.
-¿Cómo fue que hizo su pequeña participación, con dos temas en play back, en el desfile de modas?
-Lo que realicé el sábado en el desfile de modas no es lo que me gusta hacer. Hice play back en dos temas. Es muy distinto a un recital. Me encuentro muy limitado en esos casos.
-¿Qué relación tiene Estilo Libre con sus orígenes musicales?
-En la base de todo se encuentra la raíz de las canciones italianas, diferenciadas del mundo musical que se está desarrollando actualmente.
-¿Cómo decidió mostrar ese look carente de pelo?
-A mi mujer no le gusta demasiado, pero a mí me resulta cómodo. Me corto el pelo yo mismo. Aprovecho cuando estoy lejos de casa, total en quince días vuelven a crecer, no es que se me caigan... es una decisión propia cortarlos, acompaña los cambios que se van dando en la vida, por la edad.
-¿Lo halaga o lo opaca que Italia tenga un cantante como Pavarotti, reconocido en el mundo entero?
-Ser contemporáneo de Pavarotti no constituye ningún problema para mí, todo lo contrario. No siento ningún tipo de competencia ni nunca pretendería disputarle su lugar de liderazgo mundial.
-¿Ricky Martin puede ser competencia suya en el mercado estadounidense?
-Por ahora, a Estados Unidos voy de vacaciones, no estoy tan interesado en ese mercado, más bien me interesan los sitios donde mi música pueda llegar.
-¿Por qué piensa que la música romántica está en ascenso, mundialmente?
-Por las ganas de tener tranquilidad, aunque uno también puede escuchar a Vivaldi para eso. Para mí es algo muy natural hacerlo, similar a cualquier otro arte o profesión que necesite expresarse. Lo importante es vivir y yo no le impongo a nadie que compre mis discos.
-Hizo varios dúos con célebres cantantes femeninas, una de ellas fue Cher. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Bueno... nos encontramos en la televisión y nos pusimos de acuerdo en cantar juntos. Generalmente no hago las cosas basándome en experiencias anteriores; entiendo que la canción que hicimos con Cher es muy linda y supongo que el éxito va venir solo. Los próximos dúos los haré con quien toque hacerlo, no tengo ninguna planificación en ese sentido.
-¿Qué importancia tiene la Argentina para un músico italiano, ya que nuestro país, junto a Estados Unidos, tiene la mayor colonia de su nacionalidad en el mundo?
-Argentina me interesa, incluso más allá del hecho de que muchos italianos establecieron aquí sus raíces. Igualmente mis promociones van de acuerdo a como lo programe la compañía discográfica. No estoy obligado a ofrecer el disco casa por casa, y si me obligaran a algo así, rompería el contrato (risas).
-¿Cómo surgió el título de tu último disco Estilo Libre?
-Es una idea propia, yo no tengo productores desde hace un par de años aunque en este disco, según las canciones, produjeron Trevor Horn y Rick Nowels. Estilo Libre me pareció un título apropiado para un trabajo donde pusieron manos, musicalmente hablando, más de un productor.
-¿Qué importancia tienen los shows en vivo en su carrera?
-Es muy bello cuando la gente está. Cuando la gente no está, no es bello (risas).
-¿Participó en la creación de la portada del disco?
-Fue el trabajo de un amigo fotógrafo, David La Chapelle, quien tuvo la idea de mandarme a la deriva con la barca... y espero que no me mande a la deriva con mi trabajo también (risas).
-Este disco sale cuatro años después del anterior, ¿ya no le interesa ir sacando un disco cada año, como en otras etapas de su carrera?
-En estos cuatro años no sólo hice discos sino que construí una familia. También estoy dedicado a producir a otros músicos.
-¿Es un artista exigente con su trabajo?
-Sí, normal. Aunque aclaro que no trato mal a nadie.
-¿Acostumbra a hacerle escuchar a los amigos los temas nuevos antes de grabarlos?
-Mis amigos escuchan todas mis canciones, incluso las más viejas. Pienso que muchos artistas hacemos eso, incluso Mick Jagger.
-¿Si tiene que poner un disco en su casa, cuál elige?
-Cualquiera de Stevie Wonder.
-Seguramente recibió muchas propuestas para hacer cine, ¿le interesa esa posibilidad?
-Sí, me propusieron hacer cine y me gustaría participar, pero es algo que lleva mucho tiempo. Es una linda experiencia, lo noto haciendo los videos que son trabajos más cortos.
-En el 2001 va a festejar los veinte años de carrera, ¿ya sabe cómo?
-Sí, lo sé, pero por ahora no lo digo... ( risas )
-¿Todavía siente que le falta conquistar al público argentino?
-No diría conquistar. Yo presento mis discos: si gustan, fantástico y si no gustan, no puedo hacer nada. También reconozco que es una ventaja que no ser tan conocido en las giras. Por ejemplo en Buenos Aires caminé por las calles, y si bien muchos me conocen, no sufro ningún tipo de acoso ni nada por el estilo. Si en mi lugar hubiera estado Ricky Martin hubiera sido un lío. Disfruto de la libertad de hacer una vida normal.
-¿Hay una especialidad en la música italiana?
-Los italianos somos famosos por muchas cosas, pero la música italiana siempre gustó en el mundo, nuestra especialidad es la melodía. Después si tenés la voz suave de Laura Pausini o canto yo con el pelo corto... (risas). La vida es una sola.
-¿Por qué colecciona guitarras?
-Tengo setenta, cada una de ella es importante para mí, y me dan trabajo todas las noches... me fatigo.
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La Ciudad
