El personaje

Backstreet Boys: Los chicos pop de la escuela de Orlando

Por su perseverancia. Cuando tres de estos chicos de la ciudad de Orlando en la Florida norteamericana se encontraron en la escuela media la suerte estaba echada. Se miraron a los ojos y decidieron que algún provecho sacarían de su belleza y sus ganas de cantar. Howie, Nick y A.J. se presentaron en cuanto casting encontraron en su camino mientras formaban un grupo musical con la incorporación de dos primos, Kevin y Brian. En 1995 ya habían editado su primer simple We've Got It Going On como los Backstreet Boys y cinco años después se convirtieron en la banda más vendedora del momento. Esfuerzo y maquillaje, dos ases en la manga de un excelente producto rápido para subir a los charts. Pero todo grupo que sube... debe presto encarar carreras solistas, no vaya a ser que la caída también sea rápida.
Por los números. En cinco años de carrera oficial, ocho según los propios cantantes, los BSB se erigieron en el grupo que rompió la marca de 55 millones de discos vendidos. Hace cuatro que dominan las listas de popularidad. Han conseguido discos de oro y platino en 45 países con 11 discos de platino en los Estados Unidos. Su disco anterior Millennium vendió más de tres millones de copias. Ya recibieron cuatro nominaciones a los Billboard Music Awards, cinco a los premios Grammy, tres a los World Music Awards, dos a los MTV Video Music Awards y uno a los European Music Awards. Si es verdad que los números dominan el mundo, a los BSB les sobran cifras.
Por el periplo. Para presentar su último disco Black

Blue, los Backstreet Boys realizaron el tour más largo y más rápido de la historia de la música pop. La gira relámpago salió de Estocolmo, Suecia, el 17 de noviembre en dirección a Tokio en Japón. De allí partieron hacia Sidney, Australia, para luego viajar a Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Cruzaron el Atlántico para el 20 hacer escala en Río de Janeiro, Brasil, y dirigirse raudamente a Nueva York en Estados Unidos. Los BSB volaron 55 horas y pasaron 45 en tierra para completar un periplo de 100 horas tocando todos los continentes. Así, fueron recorridos 41.800 kilómetros. Uff! Una muestra del pequeño planeta de hoy.
Por su franqueza. Los BSB hablan el lenguaje del mercado y así les va. Ninguno de los cinco ni siquiera intenta ruborizarse ante la descarnada visión del negocio que el grupo tiene. Todos queremos permanecer en la industria del entretenimiento, de una forma u otra, disparó Kevin en la estación Estocolmo del tour mundial Black

Blue. Todos los medios justifican el fin, pero aquí y ahora, es la nueva máxima del mercado que hoy tiene a los BSB como aliados incondicionales: No sabemos el futuro. Los vemos disco a disco y año a año, dejó deslizar Nick. Filosofía modelo 2000.
Por la histeria generada. Cada movimiento de los BSB por las calles y los pasillos de los hoteles internacionales es acompañada no por su música sino por el agudo aullido de alguna/o de sus fanáticos. Cada movimiento de los BSB conlleva algún ataque de histeria o algún desmayo no tan imprevisto. Cada movimiento de los BSB significan decenas de corpulentos y celosos agentes de seguridad. Un ejército de acólitos que se juegan el físico en cada grito, en cada empujón, en cada trompada, en cada llanto.