El sindicado agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) chilena, Enrique Lautaro Arancibia Clavel, acusado por la muerte en 1974 del ex general chileno Carlos Prats y su esposa, fue condenado ayer a la pena de reclusión perpetua, por ser hallado partícipe necesario del crimen e integrante de una asociación ilícita.
El fallo del Tribunal Federal Nº6, leído en los tribunales de Comodoro Py, en el porteño barrio de Retiro, señala que Arancibia Clavel integraba una asociación ilícita y resultó responsable del crimen de Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, ocurrido en el porteño barrio de Palermo el 30 de septiembre de 1974.
Según el veredicto, cuyos fundamentos se leerán el lunes de la semana próxima, el agente de la Dina fue partícipe necesario del asesinato y es penalmente responsable de haber tomado parte de una asociación de tres o más personas que pone en peligro la Constitución nacional y de poseer armas.
Aliento de la madre
Antes de ingresar a la sala, la madre de Arancibia Clavel, Violeta, se acercó al único acusado para alentarlo. Cuando se leyó el fallo adversos a su hijo, se retiró llorando de la sala protestando por la injusticia que estuvo preparada políticamente.
Las tres hijas del asesinado ex jefe del Ejército chileno, por su parte, escucharon la sentencia desde la primera fila del tribunal y no pudieron evitar su emoción cuando se condenó a Arancibia Clavel. Junto a su abogado, Luis Moreno Ocampo, las mujeres saludaron el fallo, en tanto el embajador de Chile en Argentina, Jorge Arrate Mac Nivel, destacó la aspiración del gobierno trasandino de que se sepa toda la verdad.
Por la mañana, el ahora condenado había asegurado en su descargo no tener absolutamente nada que ver con el doble homicidio del general. Al hacer uso de la última oportunidad que establece el Código de Procedimientos, Arancibia Clavel pidió a los integrantes del tribunal que se castigue a los verdaderos culpables y no a él, que, dijo, es absolutamente inocente del hecho. Se me ha usado como un chivo expiatorio, advirtió.
En los cuatro minutos que duró su exposición ante los jueces José Martínez Sobrino, Horacio Vaccare y María del Carmen Roqueta, el reo agradeció a su familia que le permitió soportar los 4 años y 9 meses que lleva detenido y reiteró que el estado de derecho y la opinión pública sólo van a quedar satisfechos cuando se condene a los culpables.
En su oportunidad, el abogado Eduardo Gerome que defendió a Arancibia Clavel, había afirmado que el sindicado ex agente de la Dina es absolutamente inocente de los cargos por los que el fiscal Raúl Perotti y las dos querellas solicitaron a los jueces que fuera condenado como miembro de una asociación ilícita y partícipe necesario del doble homicidio de los Prats.
Chile pidió que se lo condene
Tanto el ministerio público como el estado de Chile -por intermedio del abogado Alejandro Carrió- y las hijas de Prats (a través de Moreno Ocampo) pidieron que se lo condene a reclusión perpetua por su responsabilidad en el atentado, ocurrido hace 26 años.
Durante el proceso -que tuvo una veintena de audiencias y en el que declaró alrededor de medio centenar de testigos- se mencionó varias veces el nombre del ex dictador Augusto Pinochet y quien más énfasis puso en su exposición, fue el veterano ex militar Alfonso Morata Salmerón.
No pasaba nada (en Chile) sin que él lo supiera, dijo el octogenario testigo, quien insistió en responsabilizar a Pinochet al asegurar que nadie mataba a un general sin una orden suya. Esas menciones y otros elementos de la causa hicieron que las hijas de Prats solicitaran a la Justicia la extradición de Pinochet (ver aparte), a quien le atribuyen responsabilidad penal en el crimen de sus padres y ser el cabecilla de esa asociación ilícita.
El pedido de extradición ya realizado incluyó, además de Pinochet, al general Juan Manuel Contreras Sepúlveda, director de la Dina chilena y al general Pedro Octavio Espinoza Bravo, subdirector de ese organismo de inteligencia.
A estos tres militares se les atribuye ser cabecillas, jefes u organizadores de una asociación ilícita -tal como se calificó a la Dina- y coautores por autoría mediata del doble homicidio de Prats y su cónyuge.
La Ciudad
