Cañada de Gómez. - Al ritmo de una ruidosa batucada los comerciantes de esta ciudad depositaron frente a la delegación de la Administración Provincial de Impuestos (API) una gran cantidad de cajas de cartón vacías, en el marco de una original protesta en la que ratificaron el pedido de cese de las verificaciones por parte del organismo estatal recaudador.
Alrededor de 250 comerciantes de Cañada de Gómez marcharon ayer por las calles céntricas bajo la consigna Basta de robo y corrupción, manifestando su desagrado por las inspecciones que está efectuando la API en relación con el pago de ingresos brutos y ley 5110. Un voluminoso cartel calificaba precisamente de robo el cobro del tres por ciento sobre el total de las ventas.
La columna partió desde el local del Centro Económico y recorrió las calles Lavalle, España y Ocampo hasta llegar a la delegación de la API. Allí se leyó un duro documento mediante el cual se ratificó el pedido para que cesen las inspecciones, debido a la delicada situación económica y de desocupación que padece esta ciudad.
Basta al API, basta de robo y corrupción. Los comerciantes no somos responsables de esta crisis, señalaba permanentemente una voz desde un camión sonoro que acompañó a los manifestantes. La locución fue seguida de redoblantes y bombos que no dejaron de sonar durante la protesta.
Cajas en la API
Tras la lectura de un documento que reflejó la situación económica y de desempleo que padece esta ciudad, los mismos comerciantes comenzaron a bajar las cajas vacías de un camión y las depositaron en la vereda de la API. Esa acción fue seguida de cerca por efectivos de la Unidad Regional X de Policía que custodiaron el lugar.
El presidente del centro Económico, Carlos Garma, el vicepresidente, Pedro Laguna, y el secretario de la entidad, Beltrán López, fueron los encargados de ingresar al local de la API y entregar a los funcionarios de turno el documento donde se insiste en que no es momento para hacer controles en el comercio cañadense.
El pedido se basó, entre otros aspectos, en la recesión del mercado interno y la injusta regresividad del sistema impositivo. También en la pérdida de competitividad de la economía argentina, el corte de la cadena de pagos, la aplicación de intereses usurarios del sistema bancario, las aduanas absolutamente permeables y la caída de los precios del cereal.
En la Argentina el Estado está sospechado de corrupción y los ciudadanos no se sienten representados por la clase política. Además el 13 por ciento de la población de Cañada de Gómez es indigente y hay un 42 por ciento de pobres, dijeron en un comunicado que fue entregado a los medios de prensa.