Delcia Karamoschón
Roldán. - Autoridades municipales, del Ministerio de Salud provincial y de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) dieron a conocer las medidas tomadas ante la sospecha de exceso de los niveles de nitrato en el agua potable de esta ciudad. Por su parte, el intendente Roberto Di Santo destacó que, ante distintas versiones, tomó la medida de distribuir agua en bidones para consumo de lactantes y así, llevar tranquilidad a la gente, acotó.
Nuestra sugerencia -dijo el jefe de Toxicología del área VIII de Salud provincial, Omar Saín- fue que se provea agua de buena calidad a la población que pudiera llegar a sufrir los efectos de la alta concentración de nitrato, como las embarazadas y menores.También estamos estudiando a los nacidos entre junio de 1999 y junio de este año.
El especialista remarcó que la mala calidad del agua no sólo es de la provincia de Santa Fe sino de gran parte del país y detalló que las principales contaminaciones son por nitratos y arsénicos.
Los profesionales explicaron que los nitratos son oxidantes que se absorben a través del agua, algunas verduras y carnes. Al pasar al organismo son transformadas por bacterias intestinales en microcompuestos de nitritos que, según la cantidad concentrada en el cuerpo, pueden ser contaminantes. Esto se manifiesta al inducir una oxidación de la sangre y produce metahemoglobina, en esta enfermedad los glóbulos rojos pierden la capacidad de transportar oxígeno, simplificó Saín.
Los síntomas van a depender de la cantidad de nitrato absorbido. Para una persona adulta los riesgos de metahemoglobina son menores y en algunos casos produce trastornos cardiovasculares leves. La enfermedad se manifiesta al verse una coloración azulada debajo de las uñas, en los labios, las palmas de las manos o la planta de los pies.
El toxicólogo especificó que los recién nacidos y menores de un año son más proclives a sufrir estos trastornos porque su hemoglobina no es igual a la del adulto sino que es más susceptible a la oxidación y agregó que permanentemente vemos chicos con metahemoglobina, en especial aquellos que ingieren agua de pozo.
Asimismo explicaron que el nitrato no tiene un efecto acumulativo como el arsénico, ya que a medida que se deja de tomar agua con altas concentraciones, la metahemoglobina desaparece en un período de entre 24 a 36 horas. También aclararon que no se registraron casos de muerte ya que no existe agua utilizada para el consumo humano con la suficiente concentración y detallaron que en las embarazadas, el feto puede sufrir déficit de oxigenación, por eso deben tomar agua de buena calidad hasta solucionar el problema.
La pediatra del Area VIII, Cristina López, opinó que los valores que muestra el Enress no son tan alarmantes; según nuestras leyes están permitidos hasta 45 miligramos por litro de agua y el organismo está manejando valores de 60 miligramos.
Sobre la diferencia de resultados dados a conocer por la Cooperativa de Agua, cuyos estudios determinaron niveles normales de nitrato en la red domiciliaria, los profesionales del organismo sanitario destacaron que se están manejando con los valores de los estudios oficiales del Enress y como una forma de anticiparnos ante la posibilidad de que existan estos índices.
La jefa de Epidemiología, María Ercole, dijo que el tiempo que durarán los exámenes de los lactantes dependerá de la concurrencia de sus padres al hospital y comentó que si surge algún indicio, se harán análisis de sangre para saber si hay presencia de metahemoglobina.
A su vez recomiendan que el agua no debe hervirse porque la concentración de nitrato aumenta. Di Santo dijo que los bidones se reparten en escuelas, el hospital y a las familias que tiene chicos en período lactal y a embarazadas.
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La Ciudad
