Para superar las crisis se deben adoptar medidas concretas. Y en este camino parece encaminarse Rosario Central, entidad que enfrenta una difícil situación financiera, que quedó expuesta con el conflicto que se desató por los reclamos del plantel profesional. Y ante esto, el presidente auriazul, Víctor José Vesco, le adelantó ayer a Ovacion que a partir de enero iniciará una profunda reestructuración para reducir drásticamente el pasivo. Central tiene que reestructurarse para reducir los gastos y deberán bajarse los sueldos más altos, algo que haremos con firmeza desde enero, y el que quiera quedarse seguirá y el que no, se tendrá que ir, sentenció el escribano Víctor Vesco, al esgrimir que el inconveniente financiero del club es difícil. El titular canalla admitió que es una de las crisis más severas que le tocó vivir como presidente, aunque se mostró optimista de que los problemas con el plantel se resolverán. Los futbolistas iniciaron la protesta por el atraso salarial, que llegó a tres meses y medio, en vísperas del partido ante Argentinos Juniors, cuando resolvieron no concentrar, y lo acentuaron este fin de semana al insinuar que se trasladarían a Santa Fe para enfrentar a Unión en sus autos particulares, lo que finalmente no sucedió, ya que por indicación del cuerpo técnico contrataron un micro y viajaron el mismo domingo unas horas antes del cotejo. Vesco adelantó que la comisión directiva está cubriendo los cheques que les entregó a los jugadores para saldar los sueldos atrasados, y sentenció que en el transcurso de la semana conversará con ellos para hacerles entender la magnitud de la realidad financiera de la institución. Las diferencias con el plantel se van a arreglar, porque nosotros somos conscientes de que tenemos una deuda con ellos que estamos saldando, pero ellos también deben entender la situación del club, y fundamentalmente la del país, subrayó el escribano. No obstante los futbolistas se mostraron escépticos con respecto a las promesas de pago por parte de los directivos, y fundamentaron su posición en los reiterados incumplimientos que se suscitaron tras varias reuniones. Vesco no dudó en señalar que si bien el panorama financiero es difícil, quiero dejar bien en claro que Central no se presentará a ninguna convocatoria. Nuestro patrimonio está sano, no tiene embargos de ningún tipo, y hoy el conflicto es por la deuda interna, es decir en materia salarial, porque hasta lo adeudado en concepto impositivo hemos encaminado. Cabe destacar que la institución abonó oportunamente 700.000 dólares a la Dirección General Impositiva, lo que le permitió oxigenar los plazos de pago de una deuda que se aproxima a los 7 millones. En cuanto al futuro, el escribano reflexionó: No podemos afrontar compromisos que materialmente serán imposibles de cumplir, por eso desde el 1º de enero iniciaremos una firme y profunda reestructuración, que contemplará los sueldos más altos del plantel, del cuerpo técnico, de los entrenadores de las divisiones inferiores y de algunos empleados de remuneraciones importantes. Obviamente el futbolista y el empleado que reciben un salario bajo no están contemplados en esta medida. Pero esto es así, al que le convenga seguirá y al que no se irá, enfatizó. Y añadió: Vale aclarar que los gastos de funcionamiento no sólo están en el fútbol, sino también en las demás disciplinas, las que también se deberán ajustar a este nuevo esquema. Porque todos en mayor o menor medida generan un pasivo. Con relación a la venta de jugadores como única posibilidad de oxigenar las finanzas, Vesco dijo: No hemos transferido futbolistas en la proporción que lo hicieron otros clubes, y a esto el socio de Central lo sabe. Es más, aquellos pocos que se vendieron en su totalidad o en algunos porcentajes (Ezequiel González, Daniel Quinteros y Rafael Maceratesi) siguen jugando en Central.
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