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 martes, 20 de marzo de 2007  
Santiago del Estero
Dicen que sospechoso de drama pasional no quiso quitarse la vida

Santiago del Estero.- El abogado de José De Yebra Uñates, el joven sospechado de haber matado a su novia y al padre de la chica y dejar gravemente herida a la madre de la joven en una coqueta casa del centro de esta ciudad, sostuvo que su defendido "en ningún momento quiso suicidarse", y deslizó la posibilidad de que "otra persona" haya estado en la escena y sea autora del doble crimen. "En ningún momento quiso quitarse la vida porque los ángulos de los disparos son disímiles", confió el letrado Diego Lindow.

El hecho ocurrió el sábado en una vivienda de avenida Belgrano al 600. Allí residían el empresario Carlos Curi, de 72 años; su esposa Marcelina Vizgarra, de 57; y la hija de ambos, Carolina, de 25. Aquella noche hubo una fiesta y después de que se retirara el último invitado, la joven se fue a dormir junto a su novio, De Yebra Uñates, de 26 años, pero jamás volvió a despertarse.


Juegos
Las pericias forenses sostienen que la chica falleció tras mantener relaciones sexuales y presuntamente ingerir alguna sustancia prohibida Lo cierto es que cuando Uñates despertó a las 6 del sábado y halló el cadáver de la joven junto a él comenzó a gritar y alertó a su suegro quien estaba en una habitación cercana Cuando Curi fue a la pieza de su hija discutió con su yerno y el muchacho lo atacó con un cuchillo de cocina hasta matarlo Después quien llegó a la habitación fue la madre de la joven que también fue apuñalada

Ante el griterío, la mucama de la casa, Beatriz Gerez, de 41 años, salió corriendo en ropa interior hacia la calle y alertó de lo que ocurría a los ocupantes de un móvil policial que pasó por el lugar. En ese momento, De Yebra Uñates se encerró en una de las habitaciones de la planta alta y, cuando los agentes iban a ingresar a la casa, escucharon disparos. Luego en la habitación, encontraron al joven con dos balazos en la cabeza, uno de los cuales le provocó la pérdida de uno de sus ojos.

En la casa, la policía secuestró un revólver calibre 22, que sería propiedad de los Curi, además de drogas, una bolsa con preservativos, vibradores, cremas íntimas y ropa erótica, todo lo que fue sometido a exámenes periciales. El abogado Lindow sostuvo ayer que "se pretende imponer la teoría de que el joven es el autor de las muertes y de que quiso quitarse la vida" pero "no se descarta que otra persona haya participado del hecho". l (Télam)
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