River: del brazo con la felicidad

Ariel Ortega demostró una enorme felicidad por su regreso a las canchas y expresó su anhelo de que este regreso al fútbol sea el definitivo, ya que mantiene una lucha difícil con su enfermedad vinculada al alcoholismo y la que lo obligó en varias ocasiones a alejarse de las canchas.

El Burrito todavía ayer celebraba el gol convertido frente a Quilmes, que le dio la victoria a River, y que tanta polémica generó porque tras conectar la pelota de cabeza se desvió en el brazo.

En ese sentido, Ortega reiteró que no quiso tocar la pelota con la mano. "Las sensaciones son únicas, son de felicidad, así que trato de estar tranquilo y disfrutar el momento. Ojalá que esta sea la vuelta definitiva", manifestó en declaraciones a la prensa.

El delantero evitó entrar en la polémica acerca de si correspondía convalidar el gol o no y sólo indicó que la imagen en la televisión muestra que su intención fue convertir con la cabeza, por más que después la pelota pegó en su brazo antes de entrar al arco.

"Vi el gol por televisión. Se ve que mi intención fue cabecear, me pega en la mano y por ahí descolocó al arquero, pero fue gol", expresó exhultante el jujeño.

Sobre su futuro y la expectativa que generó su regreso, el Burrito optó por apretar el freno de la cautela en el momento de hablar con la prensa, ya que es consciente que todavía le falta ritmo de fútbol. "Sé que no estoy diez puntos, pero a medida que pasan los partidos seguramente voy a mejorar y así encontrar mi plenitud física. Tengo que ir día a día, el objetivo es estar bien con el grupo", agregó.

Cuando la pregunta lo llevó a realizar un análisis del Clausura, el ex Newell's indicó que la diferencia la marcará el equipo que encuentre más rápido la regularidad. "Ojalá sea River para que así podamos alejarnos del resto", señaló.

"No hay dudas que todos estamos muy parejos, no hay un equipo que se diferencie del resto. Te toca ganar, empatar, después perder, así que ojalá nosotros encontremos el equilibro de mantener cuatro o cinco partidos buenos para hacer la diferencia", dijo.


Victorias ajustadas
Luego Ortega hizo alusión al desenlace favorable que tuvieron los últimos partidos en el tramo final: "Hace tres partidos que venimos ganando sobre la hora, por eso hasta que no termine el partido no hay que bajar los brazos. Fueron rivales muy difíciles, por eso que hay que luchar hasta el final", precisó.

Pero más allá de las reflexiones sobre lo estrictamente futbolístico, el Burrito aprovechó el contacto con los periodistas para ratificar su gratitud hacia el simpatizante de River, así como a aquellos que se mostraron felices por su regreso. "Cuando salí a la cancha corearon mi nombre y eso me llena de satisfacción y se lo agradezco al hincha de River. Además, fue mucha la gente que se alegró, así que mi agradecimiento también hacia ellos", aseveró ya con claras muestras de emoción.