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 domingo, 11 de febrero de 2007  
[Cibercultura]
Buscando millones en la web
Tras una pantalla se esconden genios o tan sólo arriesgados que logran hacer rentable una buena idea o alcanzar fama

Hernán Maglione / La Capital

Es muy fácil volverse millonario de un día para otro o, al menos, obtener fama instantánea. Sólo hace falta tener una idea original y utilizar a internet como instrumento. Claro, lo difícil es tener una buena idea, pero hay cientos, si no miles de ejemplos de anónimos que ganaron notoriedad de un día para otro y juntaron tanto dinero como jamás hubiesen imaginado.

El caso más emblemático en plena adolescencia de internet fue el de Napster. Así se hacía llamar Shawn Fanning en el chat, pero el nombre se hizo mundialmente famoso cuando también bautizó así al programa informático más reverenciado por los millones que lo usaron para bajar música por internet y el más odiado por las discográficas de todo el planeta. Fanning popularizó el peer-to-peer (que significa algo así como “entre iguales”, también conocido como P2P), método que permite descargar muy fácilmente archivos entre usuarios de internet, específicamente música en formato MP3. Tal fue el revuelo que armó Napster que inmediatamente las discográficas lo acusaron de fomentar la piratería.

Mientras Napster iba hacia una muerte segura, el gigante BMG decidió comprarlo por unos 100 millones, además de sentar en un escritorio al padre de la criatura. Fanning, por entonces con diecinueve años y los bolsillos repletos, había puesto en jaque una industria de 30.000 millones de dólares anuales. El muchacho ahora reapareció, pero del lado del “enemigo”: se dedica a combatir la piratería.

Errores que ganan
Poco antes, otro chico de diecinueve años, Justin Frenkel, sospechó que el MP3 sería el futuro de la música. Creó el Winamp, un programa simple y a la vez repleto de funciones para los fanáticos de los MP3. En un año y medio, 15 millones de internautas habían descargado el software gratuito. En 1999, Justin seguía teniendo su “oficina” en la casa de sus padres, en Sedona (Arizona). America Online desembolsó 400 millones en acciones por quedarse con Winamp, con la intención de convertirlo en un software pago: fue un fracaso rotundo y volvió a ser gratuito.

Según estudios, el 15 por ciento de los usuarios de internet escribe con errores las direcciones de internet, como por ejemplo www.hotamil.com o www.yahho.com. Esto significa que unas 20 millones de veces por día alguien aterriza en el sitio equivocado. Algunas empresas se dedican a redireccionar los dominios similares (intente con www.gogle.com o www.googlee.com), pero hay miles de “aves rapaces” a la espera de esas presas, como la famosa página pornográfica www.whitehouse.com.

Los millonarios más famosos de la red son Sergey Brin y Larry Page, quienes tenían una sola idea en mente: destronar a Yahoo!. En 1998 lanzaron el buscador Google y un año más tarde tenían indexadas 25 millones de páginas y recibían 500.000 visitas por día. Su fortuna actual, tras el éxito que significó la salida a la Bolsa de la empresa, ronda los dos mil millones por cabeza. De manera simbólica, ambos cobran cada quince días un cheque de cuatro centavos.

Pero Google también se convirtió en un monstruo que se alimenta de las empresas potencialmente más rentables de la web. Chad Hurley y Steve Chen pueden dar fe de ello, pero están más que conformes con la recompensa. Estos dos veinteañeros idearon junto a Jawed Karim, en 2005, un sitio que les permitiera subir videos rápidamente a internet para que sus amigos pudieran verlos sin demasiadas complicaciones. YouTube fue un éxito y en menos de dos años irrumpió Google, que puso 1.650 millones de dólares sobre la mesa para quedarse con el sitio. El gran perdedor fue Jawed Karim, quien abandonó tempranamente el proyecto para dedicarse a “lo seguro”, su doctorado en Stanford.

El británico Alex Tew necesitó apenas veinte minutos para conseguir la idea que lo convertiría en un adinerado adolescente. Diseñó una página web con una imagen de mil píxeles de ancho por mil de largo. Vendería “puntitos” a un dólar, en paquetes no menores de cien píxeles. Los compradores pondrían en su “parcela” lo que quisieran. En menos de cinco meses, “The millon dollar homepage” ganó u$s 1.038.100.

A vender, a vender
Definitivamente, en los sitios de subastas se pueden encontrar cientos de personas dispuestas a ganar dinero fácil: una chica que ofrece poner publicidad en sus pechos durante un festival de rock, alguien que pretende sacarle buena plata a un chicle masticado por Britney Spears, o una muchacha que entrega su virginidad al mejor postor.

Pero nadie llegó tan lejos como Nicael Holt, que finalmente consiguió vender “su vida” por eBay. Parece imposible que esa oferta tenga comprador, pero un tal Ridderstrade pagó 5.800 dólares para quedarse con el nombre de este australiano. Fue presentado a su ex novia y a sus potenciales amantes (“ocho chicas con las que estuve coqueteando”, aseguró Holt, el original).

Hace algunos días, eBay anunció que prohibirá la venta de objetos intangibles. Con una excepción: se podrán ofrecer bienes virtuales de Second Life (SL), un juego donde los avatares (los personajes que representan al jugador dentro de este pequeño mundo en 3D) de millones de personas e incluso comercian. Así, se puede adquirir (tarjeta de crédito mediante) un terreno en SL y puede comprar (sí, con dinero de verdad) su flamante casa (de mentira) diseñada por un programador. Durante enero se conectaron a SL más de 500.000 usuarios que gastaron en promedio más de un millón de dólares por día.

De hecho, muchos internautas no sueñan con una montaña de dólares sino con un millón de ciberamigos. Y YouTube es la plataforma de despegue ideal. Así se hizo conocido Gary Brolsma con su versión de “Numa numa”, que ya fue vista por... ¡700 millones de personas! En la interminable lista de celebridades instantáneas aparecen los Gauchos de Acero, un trío de heavy metal integrado por los hermanos Jorge, salteños ellos, tocando en la habitación de su casa con remeras de Pókemon y posters de Black Sabbath. Agustín (de 11 años) le da duro a la batería en una versión de “The trooper”, de Iron Maiden; Martín (tiene 10 años y su bajo es casi más alto que él mismo) se luce en un tema de Sepultura, mientras que el mayor (Emilio, 14) haría emocionar a Pappo con su solo de guitarra en “Sucio y desprolijo”.

Flickr, un sitio donde se puede publicar un álbum de fotos personal, le consiguió trabajo a Hamad Darwish, un empleado kuwaití de 24 años. Subió sus fotos a Flickr y recibió un llamado de Microsoft: le pidieron algunas para utilizarlas como fondo de pantalla del sistema operativo Vista. Si se cumplen las expectativas de venta, para 2008 unas 90 millones de personas tendrán en su computadora las imágenes de este muchacho que hace dos años se compró su primera cámara.

Para que cualquier idiota se convierta en millonario o famoso sólo es necesaria una buena idea y publicarla en internet. Eso es lo que le dijo un texano llamado Jim a su novia, pero ella no le creyó.

La conversación se transformó en discusión, ella lo llamó idiota y Jim se ofendió y le propuso una apuesta: si subía un sitio que consiguiera más de dos millones de visitas, ella accedería a un triángulo amoroso. Así, la página “Help win my bet” ("Ayude a ganar mi apuesta") superó con creces la cifra convenida.

Aunque el ménage à trois sigue sin concretarse y muchos creen que todo es una estrategia para vender publicidad, las postulantes a sumarse a “la noche prometida” siguen mandando fotos y miles de chicos siguen “colaborando” para que, finalmente, cumpla su sueño Jim, otra de las celebridades instantáneas de internet.


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