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 miércoles, 13 de diciembre de 2006  
El ex intendente asistió a la presentación de "La secta socialista"
Binner fue al lanzamiento de un libro que lo tilda de ser un "gran Tartufo"
El socialista, desafiante, sorprendió con su presencia

Walter Palena / La Capital

El candidato por el Frente Progresista, Hermes Binner, protagonizó ayer un hecho inédito en la política santafesina: asistió a la presentación de un libro que lo tiene como protagonista y en el cual es denostado de manera terrible, al punto de que lo llegan a calificar como "el gran Tartufo". Su presencia descolocó en un principio a sus autores, quienes lejos de amilanarse, subieron la apuesta y hablaron pestes sobre su figura y la del Partido Socialista (PS) durante casi una hora.

La presentación del libro "La secta socialista", de Sergio Battistoni y Jorge Lagna, parecía ser una velada más de autorreferencia política, donde los que hablan y los que escuchan piensan más o menos lo mismo. Sin embargo, la irrupción de Binner en el lugar generó reacciones por etapas: primero sorpresa, luego estupor y finalmente un "reconocimiento" por la valentía de dar el presente en un ambiente hostil.

Acompañado por tres asesores, Binner compró el libro (a uno de ellos le pidió cinco pesos porque no tenía cambio) antes de entrar al auditorio, le dio una primera hojeada y comenzó a saludar a varios de los dirigentes peronistas presentes. "Ya que es un libro que habla de mí, vengo a ver lo que dicen", sonrió nerviosamente cuando La Capital le preguntó el motivo de su presencia.

Binner se sentó en la penúltima fila. Permaneció allí inmutable, en una posición casi desafiante. Nadie hablaba y por unos eternos dos minutos lo único que se escuchaba era la sinfonía variopinta de ringtones de los teléfonos celulares.

"Bueno, Laurita, empezá que estamos todos", dijo una mujer en voz baja, sentada al lado de Binner. Salvo esta ironía, nadie de los presentes, antes, durante y después de la presentación dirigió una palabra descalificadora hacia el socialista como para que éste se sienta incómodo o hacerle saber que estaba jugando realmente de visitante.

Para eso estaban los autores, especialmente el diputado Lagna, quien una vez que Laura Venesia le cedió el micrófono (ofició de presentadora), entró pegando duro y parejo. Primero hizo alusión al nombre del libro y señaló el cartel que estaba encima de su cabeza, que presentaba la misma foto de la portada del libro: una toma de Binner caminando junto al ex presidente Fernando de la Rúa en tiempos de campaña de la extinta Alianza.

Lagna dijo que la génesis del libro era su propio "hastío" de tener que "soportar la campaña mediática de los socialistas". También la de un afiche del Movimiento Nacional Reformista (brazo universitario del PS) donde colocaba en un mismo plano a Duhalde, Kirchner, Menem y Videla. "Ahí dijimos basta y comenzamos a decodificar los documentos socialistas", dijo.

Hizo un breve repaso de los máximos referentes del socialismo, como Juan B. Justo, Alfredo Palacios y Américo Ghioldi. Cada uno de ellos en sus diferentes etapas, dijo, sintieron un profundo desprecio por lo popular. A todo esto, Binner escuchaba y ladeaba el cuerpo para ver a Lagna, porque un cabezón sentado delante suyo le dificultaba la visión.

Lagna dijo que Binner acusa a la Justicia provincial de nepotismo, pero nada dice que en la Municipalidad trabajan sólo parientes o amigos de los socialistas. "Por algo le dicen la familia", reforzó.

Cuando terminaron las exposiciones, Binner se levantó, caminó despacio hacia los autores, los saludó y hasta posó junto a ellos para los fotógrafos. "Fue una charla interesante, ahora voy a leer el libro", dijo el socialista con una sonrisa pícara, sabedor de su protagonismo, y se fue caminando por la misma vereda de la foto, aquella que transitó junto a De la Rúa algo más de seis años atrás.
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Binner junto a los autores del libro.

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