La ONU denuncia desplazamientos urbanos en Colombia

Bogotá.- Miles de colombianos llegaron hasta las ciudades huyendo de la violencia en sus pueblos, pero los peligros se repiten y parecen condenados a vivir errantes debido a la falta de garantías para sus vidas, denunció hoy un alto funcionario de Naciones Unidas (ONU).

El enviado del secretario general de la ONU para los derechos de los desplazados, Walter Kalin, expresó el martes su “preocupación por el incremento de desplazados dentro de zonas urbanas”.

“El desplazamiento urbano es un problema no visible que debe reconocerse y atenderse especialmente por las autoridades y la comunidad internacional”, expuso.

El enviado de Kofi Annan concluía el martes dos semanas de visita a Colombia en la que viajó a apartadas regiones para verificar el respeto a los derechos humanos de las poblaciones de desplazados por el conflicto armado interno.

La última actividad en su itinerario fue una visita a la comunidad de Cazucá, una región marginal en el sur de Bogotá, que acoge a decenas de miles de desplazados de todo el país y en donde Kalin denunció la crítica situación que afrontan en las ciudades los desplazados que se ven forzados a seguir huyendo.

“Una persona víctima de estos desplazamientos no tiene posibilidades reales de proteger sus derechos y su seguridad y que atiendan sus necesidades”, expresó ante una audiencia de un centenar de personas, entre líderes comunales, religiosos y activistas humanitarios.

Tampoco “cuentan con mecanismos para hallar soluciones verdaderas a su situación” debido a que no es posible que se integre a los programas de atención oficiales porque “las políticas públicas no reconocen este tipo de desplazamientos”, manifestó.

Algunos organismos como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estiman que en Colombia hay cerca de tres millones de desplazados por el conflicto armado que por más de cuatro décadas ha azotado a la población.

Kalin dijo que no es posible determinar la cantidad de personas desplazadas de las áreas urbanas, en donde encuentran como amenazas de los mismos actores armados ilegales o legales que originalmente los obligaron a huir.

El obispo de Soacha, Daniel Caro, declaró a la AP que aunado a esa problemática están los prejuicios formados hacia los desplazados porque “uno se pregunta quién lo desplazó, realmente es desplazado por la guerrilla o es el ejército que lo desplazó porque debe algo”.

“El término desplazado fue adquiriendo un cierto desprestigio”, añadió.

Respecto a los desplazamientos interurbanos, Caro declaró que “es un fenómeno que siempre ha existido. El que vive aquí anda buscando la manera de irse a otra parte”.

Agregó que “aquí en Cazucá hay desplazados del norte (de la ciudad), si va a El Corzo o Santa Fe hay desplazados de aquí de Cazucá que se pasaron”.

Liliana Olivera, una mujer que huyó de la violencia en su natal departamento Norte de Santander hace siete años, dijo que para ellos “no hay consuelo, uno llega a un lugar y es cierto que no hay violencia y persecución, pero entonces viene las penas, el hambre. Esto es lo de nunca acabar”.(AP)