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 martes, 27 de junio de 2006  
Zidane o España, sólo quedará uno

El destino juega a veces malas pasadas, y a España y a Zidane (estrella de Real Madrid de los últimos seis años) les hizo una de las grandes: uno u otro se quedará en Alemania.

La razón es valedera. Para España perder supondría el enésimo fracaso en competencias mundiales, pero lo de Zizou tendría incluso más difícil remedio porque anunció que al final de Alemania 2006 se retira del fútbol. De hecho, si pierde Francia, el choque de Hannover significaría el último partido de uno de los mejores jugadores de la historia.

En España ya se disparó la euforia tras superar en la primera fase a Ucrania, Arabia Saudita y Túnez y la prensa incluso hace bromas con el retiro del hombre al que durante años alabó sin cesar: "Vamos a jubilar a Zidane", escribió en su tapa el diario Marca.

Los únicos que parecen guardar la compostura son los propios jugadores españoles, como Raúl -compañero en los merengues-: "Ojalá sea el último partido de Zidane, porque eso significará que ganamos, pero ninguno queremos que se vaya".

"Zidane será siempre uno de los grandes", afirmó el técnico español Luis Aragonés. "Es un grande y lo seguirá siendo", añadió.

"El problema de esto es que Zidane te hace un gol y te quedas doblemente con cara de idiota", sentenció a la vez el delantero Fernando Torres.

Zinedine, por el contrario, fue fiel a su estilo siempre tímido y comedido. Hace días que no habla públicamente y ayer envió a su amigo Sagnol a la rueda de prensa del día antes del partido, a la que normalmente acude él como capitán.

Sus compañeros lo defienden. Siguen confiando ciegamente en su habilidad pese a los 34 años "porque es un ganador", dicen. Claro que también el entrenador francés Raymond Domenech recordó que "no sólo es el partido de Zidane, sino un desafío especial para toda Francia", pero nunca dudó de ponerlo como titular.

Así, desde el inicio, Zidane y España vivirán su propio choque de sentimientos: el mago que deleitó a un país enfrentando a todo el país que lo cobijó en los últimos seis brillantes años. Algo que seguramente ambos archivarán en un rincón del corazón para dejar todo por la camiseta que defienden. Después, con el resultado puesto, quien quede en el camino maldecirá al destino porque a cuartos de final sólo puede pasar uno.
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