Estudiantes chilenos radicalizan protesta

Santiago de Chile- La presidenta Michelle Bachelet negó hoy mayores concesiones a las demandas de los estudiantes de la enseñanza secundaria, que mantienen su paralización pese a haber conseguido gran parte de sus requerimientos.

“Si algunos quieren seguir en un paro es algo que dentro de la democracia es factible. Sin embargo, la reforma de la educación va con paro o sin paro”, dijo Bachelet en declaraciones a radio Cooperativa.

Agregó que está dispuesta a que su ministro de Educación, Martín Zilic, continúe las conversaciones con los estudiantes, pero que su propuesta entregada el jueves para dar solución al conflicto que tiene paralizada la enseñanza media desde hace dos semanas la “vamos a mantener de todas maneras” y que “no va a aceptar ningún tipo de presiones”.

Luego de fracasar el viernes por la noche las últimas negociaciones entre el gobierno y los estudiantes, que insisten en mantener una de sus costosas demandas, los dirigentes estudiantiles mantuvieron el llamado a paro nacional el lunes, al que han invitado a sumarse a los universitarios y gremios.

Los dirigentes estudiantiles se reunieron con el ministro de Educación la noche del viernes tras una jornada de discusión interna de unas siete horas, en la que quedaron en evidencia las discrepancias que han comenzado a surgir entre los más radicales y los moderados, aunque las decisiones se adoptan por consenso y todos las respetan, según admiten.

Uno de sus cuatro voceros, sindicado por los medios como el más carismático, renunció a su cargo, aunque sostuvo que era por razones personales y no por presiones de su Partido Socialista, el mismo de la presidenta Bachelet.

Los profesores y los universitarios confirmaron que se plegarán a la paralización nacional y los estudiantes secundarios, que tienen virtualmente paralizada no sólo la enseñanza media pública, sino también gran parte de la privada, llamaron a una reunión la tarde del sábado a otros gremios para buscar respaldo a sus demandas.

La mandataria acogió la mayoría de las demandas estudiantiles y anunció un consejo para estudiar las reformas a la educación y a una ley heredada a la democracia por el ex dictador Augusto Pinochet, quien la promulgó la víspera de entregar el poder en 1990.

El gobierno anunció que este año invertirá unos 58 millones de dólares para implementar algunas de las medidas demandadas por los estudiantes y para el 2007 tiene contemplado gastar otros 135 millones de dólares.

Pero la discrepancia fundamental se mantiene en torno a la exigencia de los jóvenes por transporte gratuito todo el año, aún en vacaciones, a lo que el gobierno se opone por el alto costo que representa, más de 200 millones de dólares.

Los estudiantes pretendieron también que la presidenta se integrara directamente a las conversiones, lo que el gobierno descartó de plano. La mandataria, además, se dispone a viajar a mediados de la semana entrante a Estados Unidos y luego visitará Haití, Jamaica y República Dominicana. (AP)