Bachelet hizo grandes concesiones a los estudiantes, pero no los convenció

El gobierno ofreció un paquete de 138 millones de dólares anuales, pero los secundarios quieren más

Santiago. - Una propuesta de la presidenta Michelle Bachelet a los estudiantes secundarios que están en huelga por mejoras en la enseñanza media era analizada anoche por los jóvenes chilenos. Aún sin definir si la aceptaban o si mantenían la protesta, en un cuarto intermedio de las deliberaciones los estudiantes dieron señales de querer continuar el diálogo. Pero de todas formas la huelga general de todo el sistema educativo decretada para el lunes aparecía como difícil de levantar.

La iniciativa presentada por la presidenta implica un gasto extra para este año de 58 millones de dólares y de 138 para la totalidad del 2007. Bachelet advirtió que "es el máximo esfuerzo que el gobierno puede hacer". Las negociaciones continuarían entonces en aspectos que no impliquen más erogaciones. El nudo de la diferencia es sin embargo económico: los estudiantes exigen la gratuidad completa del transporte público, y Bachelet concedió este beneficio sólo a los alumnos provenientes de hogares de pocos recursos. Y la diferencia no es menor: se trata de 200 millones de dólares anuales. La misma discusión se produce respecto de los aranceles del examen de ingreso a la universidad.

La mandataria señaló ayer que su propuesta recoge la inquietud de los estudiantes por la deficiente calidad de la enseñanza al anunciar la formación de un "consejo que verá cómo mejoramos la educación a todos los chilenos".

Bachelet lanzó su propuesta el jueves en la noche a los estudiantes secundarios, que pusieron en jaque a su gobierno y se mantienen en paro desde hace dos semanas en el mayor desafío que ha debido enfrentar desde que inició su gestión el 11 de marzo. Alrededor de 800.000 estudiantes paralizaron sus actividades en todo el país, además de ocupar decenas de escuelas.

Los reclamos centrales de los estudiantes residen en mejorar la educación de los institutos públicos (la mayoría de los liceos son municipales). Los egresados de los colegios públicos reciben, respecto a los estudiantes de institutos privados, una calificación final más baja, lo que influye de manera decisiva en el futuro del alumno. Otro punto del reclamo es la gratuidad de los exámenes de ingreso a la universidad, así como la del boleto de los medios de transporte.


La oferta oficial
Bachelet propuso un pase escolar gratuito en el transporte público para 1,4 millón de estudiantes (los pertenecientes a los hogares más pobres), la gratuidad para "la mayoría" de los jóvenes que rinda la selección universitaria, la entrega de 500.000 raciones alimenticias para los jóvenes que tienen jornada escolar completa y el financiamiento, mediante becas, de las prácticas laborales de unos 70.000 estudiantes de enseñanza técnica.

El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, informó en detalle del costo de la oferta del gobierno, que en el resto del año alcanzará a unos 58 millones de dólares. Velasco reiteró lo expresado por Bachelet de que la oferta incluye todo lo que puede hacer el gobierno. Pero los estudiantes exigen además una extensión del subsidio del pasaje en el transporte público, lo que es rechazado por el gobierno por el costo de más de 200 millones de dólares anuales que tendría.

María Jesús Sanhueza, una de la cuatro voceros estudiantiles, dijo antes de ingresar a la asamblea de los estudiantes en un colegio de Santiago que si bien era ésta la que debe resolver, el rechazo a la gratuidad total del transporte es algo que consideran negativo. "El gobierno tiene harta plata con los recursos del cobre", dijo Sanhueza en alusión a los ingresos extra que este año recibirá el Estado por el incremento en el precio de ese metal. El temor del gobierno es que si cede y toma fondos del cobre, vendrá una avalancha de reclamos detrás, que debería satisfacer de la misma manera.

Por esto Bachelet advirtió en su discurso a la nación del jueves en la noche que la petición de gratuidad del pasaje escolar público tendría un costo anual para el gobierno equivalente a la construcción de 30.000 viviendas."Mi deber como presidenta es atender las necesidades de todos los sectores", enfatizó, al insistir que esa petición es imposible de satisfacer.

Anoche, en un cuarto intermedio en la asamblea estudiantil en el Instituto Superior de Comercio Nº2 de Santiago, dirigentes secundarios reiteraron que "lo ideal es negociar" y que siguen dispuestos al diálogo. Por otra parte, el ministro de Educación, Martín Zilic, se reunió anoche con los estudiantes para seguir dialogando.

Además de los reclamos citados, llamados "la agenda corta", los estudiantes, con el apoyo de sectores de la educación superior, buscan cambios de fondo, como la eliminación de la jornada escolar completa y reformar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce), promulgada por el régimen de Augusto Pinochet.

Un liceo tomado en Santiago.