Brebbia replica: "Cavallero es un payaso mutante de la política"

"Héctor Cavallero es un payaso mutante de la política". Sin eufemismos, el ex concejal peronista Mario Lisandro Brebbia cruzó ayer al otrora intendente rosarino, quien pidió revisar el accionar de los jueces del caso Fibraca tras la reciente prescripción de la causa que, durante 18 años, investigó el pago de coimas a ediles por parte de la concesionaria municipal.

Brebbia fue procesado y estuvo detenido durante 811 días. El resto de los encartados (algunos de ellos también arrestados) fueron otros dos concejales y varios integrantes de la familia propietaria de Fibraca, ex concesionaria del mantenimiento de espacios públicos.

Cavallero, quien en 1987 -entonces edil- se puso al frente de las denuncias, sugirió revisar si los magistrados intervinientes deben seguir en el cargo. La prescripción había sido dictada días atrás por el juez Luis Giraudo, depositario del expediente desde agosto de 1989.

"Antes tuve dos resoluciones positivas: una del fiscal de Cámara y otra de la Sala I de la Cámara Penal. La morosidad de la Justicia, si bien ahora puede parecer lo contrario, jugó en mi contra. Estuve procesado desde 1986 y lo soporté como cualquier judiciable", recordó Brebbia a La Capital.

También retrucó las pruebas que el líder del PPS dice haber aportado: "Me acusa de cohecho, pero yo era uno de los 38 ediles del cuerpo. ¿Por qué no se constituyó como actor civil? ¿Qué temía, una demanda por daños y perjuicios?".

Tras acusarlo de "hacer todo lo posible para que ocurriese lo que me terminó pasando", fustigó al actual representante del gobierno provincial en la Capital Federal. "Está en las postrimerías de su carrera y despechado con el PJ", aseguró.

Para Brebbia, "la política le dio a Cavallero innumerables satisfacciones, porque es un bioquímico que hace 35 ó 40 años que no extrae sangre, pero ahora no está pasando por su mejor momento y esconde una vuelta al socialismo; por eso quiere hacer de mí un estandarte".

"Yo le tuve miedo en su momento. Cavallero gozaba del poder, no sólo por ser intendente sino por su vinculación con el menemismo. Ahora no es así: está frente a un hombre bien plantado. Sabe perfectamente dónde encontrarme", desafió.

Pero Brebbia subió la apuesta: "Lo invito a debatir donde él quiera sobre ética y moral, o acerca de lo que piensan sus amigos y ex camaradas. Veremos quién usaba calzoncillos rojos para ver partidos de fútbol con Carlos Menem".