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jueves,
19 de
mayo de
2005 |
Absuelven a policía por la ejecución de un joven
Le imputaban la muerte del "Frente" Vital, un ídolo de los pibes chorros cuya historia delictiva fue llevada a un libro
Buenos Aires.- Por segunda vez, la Justicia absolvió ayer a un policía por el homicidio de Víctor Frente Vital, un joven de 17 años que habría querido entregarse cuando era perseguido por los uniformados y que más tarde se convirtió en una suerte de santo para los llamados pibes chorros.
El Tribunal Oral Criminal Nº3 de San Isidro entendió que no está probado que el joven hubiera querido entregarse y dictó la inocencia del policía Héctor Eusebio Sosa, quien reconoció en un juicio abreviado que disparó contra el adolescente. Sin embargo, el proceso fue anulado. Ahora, en este nuevo juicio, la fiscalía había reclamado para el uniformado 12 años de cárcel por el delito de homicidio simple mientras que la querella de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) exigió 16 años de prisión.
No obstante, el tribunal estableció que no se pudo acreditar "la materialidad del hecho" tal como había sido planteada en la acusación y resolvió liberar de culpa y cargo al imputado. "Todavía no conocemos los fundamentos pero en los próximos días vamos a apelar a Casación tanto nosotros como la fiscalía", dijo la abogada María del Carmen Verdú, de la Correpi.
La sentencia fue dictada por los mismos jueces que ya habían sido cuestionados por las sentencias impartidas en 2003 en los casos del profesor universitario Mariano Witis y del joven Alejandro Levikas, ambos muertos en persecuciones policiales.
La historia de Frente Vitar está relatada en un libro sobre los pibes chorros, en el que se revela que muchos delincuentes consideraban al joven "tan poderoso como para torcer el destino de las balas que les disparen".
Víctor Frente Vital, de 17 años, murió el 6 de febrero de 1999 cuando fue a robar a una carpintería de San Fernando con otros muchachos. Al escapar de la policía que los perseguía se refugió con un cómplice de 15 años bajo la mesa de la casa de una vecina de la villa San Francisco. Allí ingresaron tres uniformados, entre ellos Héctor Eusebio Sosa. Según contó en el juicio la dueña de casa, uno de ellos gritó: "No tiren, no me maten" con la intención de entregarse, pero inmediatamente se escucharon varios disparos.
La querella sostuvo que, cuando se abrió la puerta, ambos jóvenes yacían en el suelo. El Frente tenía cinco heridas en la cara, el tórax y la mano. Su compañero, en tanto, fue dado por muerto pero sobrevivió y acusó a Sosa, quien fue arrestado desde septiembre de 2000 hasta noviembre de 2001, cuando se hizo el primer juicio.
En aquella oportunidad no hubo audiencias porque la defensa del policía, a cargo del ex fiscal Martín Etchegoyen Lynch y los jueces del tribunal acordaron un juicio abreviado en el cual el imputado reconoció haber disparado pero en "legítima defensa" y se le impartieron 3 años de cárcel. La querella apeló y Casación anuló el juicio, pero la Sala 3 de ese tribunal penal ordenó un nuevo proceso que comenzó el 10 de mayo último. (DyN)
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