Fumar en las facultades

Con el artículo publicado en página 3 de La Capital del 18 de mayo, no sólo me parece increíble que se permita fumar en las facultades, sino que me impresionó en el recuadro de "Las facultades del área de salud van por más", el párrafo que dice: "En Odontología, un no docente presentó en 2002 su pedido ante el consejo directivo y logró que el cuerpo prohíba fumar en todo ambiente techado. Pero basta bajar las escaleras y caminar por los pasillos internos de la facultad para pisar colillas y cajitas de puchos vacías por doquier". ¿Esa es la educación y la disciplina que reciben nuestros futuros profesionales? ¿Que harán cuando viajen en un avión y no puedan fumar? ¿O cuando caminen por las calles de Europa, Estados Unidos o cualquier otro país, y no puedan tirar al suelo ni una colilla, ni una cajita vacia? Seguro que allí van a respetar las reglas y esperarán a encontrar un basurero, para tirarlas. No creo que los extranjeros sean más limpios que nosotros, sino que saben que tirar basura en la vía pública o un papelito desde la ventanilla de un auto puede costarles muy caro. En la peatonal y el Paseo del Siglo está lleno de recipientes para basura (parece que son invisibles) y sin embargo la gente tira cualquier cosa, donde se le ocurre. Es pésimo que se fume en las facultades, no sólo por salud, sino por respeto. Parece mentira que alguien tiene que justificar que está enferma para que no le fumen al lado. ¿A eso hemos llegado? ¿Qué esperamos que sean en el futuro estos profesionales? ¿Por qué no se agrega una materia obligatoria de respeto hacia los demás y buenas costumbres? Antes eso se aprendía en la familia.

María del Carmen Cid