Parasitosis intestinal: Los más expuestos son los niños de zonas insalubres

Belén Travesaro / La Capital

A comienzos del corriente mes se inició en las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé el Programa de Desparasitación Masiva "Chau lombriz", una iniciativa del gobierno nacional que tiene por objetivo erradicar la parasitosis intestinal en niños y adolescentes de 2 a 14 años. El programa se extenderá a todo el territorio provincial y luego abarcará las provincias del noreste y noroeste argentino. En Rosario se estima que comenzará el mes próximo en barrios con altas deficiencias de salubridad. La enfermedad ocurre con frecuencia en las zonas que carecen de agua potable y cloacas. Para el presidente de la Sociedad de Pediatría de Rosario, el pediatra gastroenterólogo Omar Tabacco, la parasitosis intestinal "es un problema de salud derivado de la crisis social y económica, y de no modificarse las condiciones de insalubridad, el parásito reaparece".

"Los lugares con abundante tierra favorecen la resistencia de los parásitos a las condiciones medioambientales (temperatura), aumentando el riesgo de contagio", afirmó Tabacco a La Capital.

La población más vulnerable son los niños -agregó el profesional- debido a que suelen jugar en la tierra y meterse en la boca utensilios o juguetes contaminados. "Hasta los 4 años es cuando están más expuestos debido a la tendencia a introducirse las cosas en la boca, sumado a que todavía no incorporaron las normas básicas de higiene como el lavado de manos", especificó.


Dolor abdominal
Los síntomas más frecuentes de la parasitosis intestinal son dolor abdominal, náuseas o vómitos, diarrea e inapetencia. Tratados en forma adecuada no generan mayores inconvenientes. Si el trastorno no recibe tratamiento con medicamentos puede derivar en fallas en el crecimiento y desnutrición. La afección también puede provocar trastornos que no están focalizados en el intestino como bruxismo, mal sueño nocturno, picazón nasal y anal e irritabilidad.

El tratamiento se basa en medicamentos que son de fácil administración, no son costosos, tienen pocos efectos colaterales y son efectivos. "Si bien existe poca resistencia del parásito al remedio, es frecuente que las personas contraigan nuevamente parásitos, ya que la terapéutica no protege del contagio", explicó Tabacco.

"En la medida que no estén garantizadas las adecuadas condiciones medioambientales, las personas seguirán enfermándose", advirtió el especialista, quien recomienda la prevención a través de conductas higiénico-dietéticas. "Estar bien alimentado también puede ayudar a evitar la afección debido a que cuando se está desnutrido el organismo cuenta con menos defensas para protegerse de los parásitos", agregó el profesional.

Existen distintos tipos de parásitos; algunos se transmiten por medio de huevos y otros por quistes. Los primeros (elegidos para el programa de desparasitación) se llaman helmintos y algunos de los tipos más frecuentes son oxiurus y ascaris. Estos persisten mucho tiempo en la tierra debido a que son resistentes a las condiciones de baja humedad y a las temperaturas elevadas.

Los huevos son microscópicos y se pueden adquirir también por medio de verduras o frutas mal lavadas. Al ingerir el huevo el parásito en forma de lombriz nace en el intestino, donde también se reproduce. Los trastornos de salud aparecen cuando las lombrices son adultas.


Quistes más frecuentes
De los que se transmiten por quistes los más frecuentes son los llamados giardias. Este es microscópico, vive dentro del intestino y sale al exterior a través de la materia fecal. Para sobrevivir a las condiciones adversas del medioambiente se transforma en un quiste. Al recubrirse de una membrana protectora, el parásito se reproduce.

En este caso lo que se ingiere es el quiste que puede estar presente en verduras y frutas mal lavadas, como también en el agua, entre otros medios de contagio. Una vez ingerido no produce molestias hasta que encuentra las condiciones óptimas dentro del intestino para abrirse y expulsar el parásito.

Los lugares con abundante tierra favorecen la resistencia de los parásitos.