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 domingo, 30 de enero de 2005  
La oposición dice que el PJ se marea solo con la reforma constitucional
El martes arrancaría la ronda de consultas, luego de que el oficialismo empujara y enfriara la iniciativa

Daniel Leñini / La Capital

Los mayores partidos de la oposición acusaron al justicialismo santafesino de "marearse solo" y protagonizar una verdadera "comedia de enredos" en torno a la reforma constitucional, tras una semana poblada de contradicciones. Resulta que el diputado ultraobeidista Mario Lacava la cerró diciendo que "el PJ no tiene ningún apuro" tras la algarada armada 10 días atrás, cuando el gobernador Jorge Obeid mandó el mensaje para que sea tratado en sesiones extraordinarias de la Legislatura.

El titular de la Unión Cívica Radical provincial, Felipe Michlig, recomendó al gobierno provincial que "avance con la convocatoria y termine con las expresiones a través de los medios". Y si no, que blanquee su posición contraria a la reforma "porque no hace más que perder el tiempo: ya hace un año que viene hablando, y mientras tanto la provincia arrastra un diseño institucional obsoleto que frena el desarrollo".

Las declaraciones de Lacava a La Capital sorprendieron al abanico, sobre todo luego de que su compañero de equipo y ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, chicaneara a la oposición diciendo que como "estaba de vacaciones" no la citaba a la ronda de consultas. El ARI se le fue directo al despacho a los pocos días.

Rosúa, por su parte, confirmó a este diario que las conversaciones comenzarán formalmente el martes con la concurrencia de legisladores del propio justicialismo y seguirán días después con la oposición: radicalismo, socialismo, ARI, democracia progresista y restantes (ver recuadro).

Antonio Bonfatti, diputado socialista, expresó que "existen evidentes desacuerdos dentro del propio partido de gobierno" que traban el avance. "El justicialismo no tiene claro qué hacer, esa es la cuestión", señaló el legislador, quizá el más cercano al ex candidato a gobernador Hermes Binner.

Para graficarle al gran público lo que puede significar una reforma, Bonfatti señaló que Santa Fe "está en mora" con la Constitución nacional de 1994 "en cuanto a las autonomías municipales, los métodos de designación de jueces, los nuevos derechos ciudadanos, el rango constitucional a la Defensoría del Pueblo y al Consejo de la Magistratura", además de señalar que su partido propone la regionalización de la provincia en cuatro o cinco territorios para reemplazar los "arcaicos" 19 departamentos.

"Son tan arcaicos que ni siguiera las regionales de policía o del Ministerio de Educación responden a esa división", graficó.

Pero el tema que reclama toda la oposición, y que desvela al PJ, es que se abra el debate sobre la proporcionalidad en la conformación de la Cámara de Diputados. Desde hace 40 años, el partido que gana las elecciones se queda con 28 de los 50 diputados (56 por ciento de las bancas) lo que le permite al oficialismo de turno (y el justicialismo lo es desde 1983) un dominio casi absoluto en la elaboración de las leyes.

Esa es una de las razones -sino la principal- por las cuales el gobierno provincial acotó la reforma a un temario ajustado. Sabe que un debate sobre la proporcionalidad y, sobre todo, la unicameralidad no sólo podría "complicar" a futuros gobernadores de su signo sino despertar ya un pase de facturas -del reutemismo, fundamentalmente- insoportable.

"Conceptualmente, la mayoría absoluta de 28 diputados es insostenible. No tiene lógica; no encaja en los parámetros de las democracias modernas", dijo Bonfatti.

"Tarde o temprano eso deberá ser abolido, y nosotros queremos que sea este año, en una Convención Constituyente amplia que ya debería estar resuelta y convocada", señaló por su parte Michlig.

"Queremos la eliminación de esa mayoría antidemocrática y caminar hacia la proporcionalidad: el que tenga el 30 ó el 40 por ciento de los votos que se lleve el 30 ó 40% de las bancas. Tan simple como eso", añadió Aldo Strada, del ARI.

Es evidente que fuera del PJ, todo el mundo piensa igual. ¿Cómo sostener entonces un método de representación que la mayoría desprecia?

La cuestión parece hacer recordar a la ley de lemas.
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El gobernador mandó el mensaje a extraordinarias.

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