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 miércoles, 24 de noviembre de 2004  
Sin descanso. El actor protagoniza el filme "Cruz de sal", que se estrena mañana en los cines rosarinos
Leyrado: "En la Argentina no podemos proyectar, siempre nos sentimos en el aquí y ahora"
El actor habló de la positiva experiencia de filmar en San Luis y adelantó cómo sigue su prolífica carrera

Fernando Toloza / La Capital

Juan Leyrado no descansa. Arrancó con "Los machos" en televisión, mañana se estrena en Rosario la película "Cruz de sal", que protagoniza, y está ensayando una obra de teatro escrita por el actor Oscar Martínez para presentarla en enero próximo. En un alto de la grabación de "Los machos", Leyrado le contó a La Capital cómo fue rodar en San Luis el policial "Cruz de sal", y rescató el valor de los proyectos culturales para un país.

-¿Cómo te llevaste con hacer un policial, un género que no has transitado en demasía?

-Sí había hecho policiales aunque no de las características de "Cruz de sal", en el sentido de que en esta película se desarrolla una trama que tiene su suspenso y con el correr de los minutos el espectador va descifrando qué es lo que puede pasar. Hay muchas cosas ocultas; no es tan directo como los personajes que pude hacer como un militar de la época de la represión en "Los chicos de la guerra", o un policía como Lugones en "Asesinato en el Senado de la Nación". El personaje de "Cruz de sal" es un policía de pueblo que investiga y vive lo que va sucediendo.

-¿De qué forma muestra un actor esas "cosas ocultas" que tiene la trama?

-Eso es determinante porque el actor tiene que estar muy atento con lo que va siendo y no adelantarse, porque las películas no se filman con continuidad. Por ejemplo, cuando actuás en la primera escena, en la que se resuelve el conflicto, en realidad uno todavía no lo transitó, pero en la imaginación lo tenés que haber transitado para poder llegar a ese punto. Trabajé mucho con el libro anotando cómo entraba y salía de las situaciones, y en qué lugar me encontraba, de dónde venía con la historia y qué me faltaba.

-¿Cómo fue rodar en San Luis? ¿Notás que se está creando un nuevo polo para el cine?

-Desde el punto del actor trabajamos en una ciudad que nos ha brindado todo lo que necesitábamos, con muy buena disponibilidad de la gente. Desde lo personal, como el ciudadano Juan Leyrado, yo tenía una evaluación hecha, porque soy un poco inquieto en la cosa política. Me llevó igual un tiempo ver de qué se trataba el proyecto de San Luis. Primero tuve una etapa en la que pasaba por un filtro enorme (el de la información que yo tenía) todo lo que recibía. Me costaba hablar con mis amigos y contarles cosas de San Luis que me parecían interesantes. Primero en relación con el cine. En rigor de verdad, tengo que decir que algo está funcionando allí vinculado al cine. Ha movilizado mucho a nuestros gremios: actores, directores, escritores. Hay una disponibilidad de hacer las cosas bien.

-¿Es creíble entonces?

-Lo que yo veía se relacionaba con una provincia con muchos proyectos en un país donde justamente carecemos de proyectos, y hablo de lo cultural. En la Argentina no podemos proyectar, siempre nos sentimos en el aquí y ahora. También me encuentro con las dificultades que tenemos en otras partes, con la diferencia de que uno va caminando por San Luis y va la gente que recibe los planes sociales trabajando en los caminos. Después están todas las contradicciones que tienen la política y el país. Me hizo muy bien ir a San Luis para darme cuenta de que hay que transitar por las cosas para sacar las propias conclusiones y ver qué hace uno con esas conclusiones. Eso lo dejo para más adelante porque es algo más profundo. Tengo ganas de que resulte lo de San Luis y estamos hablando de un proyecto cultural, donde obviamente está la política pero que quizás se pueda usar en beneficio del crecimiento de un país, cosa que únicamente se puede lograr con la cultura. No hay un país realizado que no tenga una cultura sosteniéndolo.

-¿La cultura en la Argentina siempre se da por excepciones?

-Somos un país en el que más de uno puede decir cómo hinchan con esto de la cultura, como diciendo por qué no piensan en otra cosa. Lo que pasa es que la cultura no es ir al cine, al teatro, ver televisión o hacer películas. La cultura es la forma en cómo te presentás a vos mismo ante tus hijos, tus conciudadanos, los que habitan en otros países. La cultura es una forma de vivir a pesar de lo que ha se hecho en contra, de cómo se la acribilló especialmente en la época de la dictadura, que hizo desaparecer a una generación, con gente que, más acá o más allá de las equivocaciones, quería un cambio. La denigración de la cultura se usó para que la gente piense que la única posibilidad de crecimiento y de avance tiene que ver poder depositar la guita en algún lugar. Aunque antes se lo veía como una utopía, creo que hoy nos vamos dando cuenta de que los proyectos culturales son fundamentales para un país.
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Leyrado da vida a un comisario de provincia en la película policial "Cruz de sal".

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