La Capital
edición especial
      sábado, 20 de noviembre de 2004  
Desde las sedes
Capital de la lengua
El Congreso

Exhortación borgeana a defender la diversidad cultural

Rosario.- Con una exhortación a defender las diversidades culturales de la lengua española y huir de "un español gaseoso, abstraído, sin posibilidad de patria alguna", como decía Jorge Luis Borges, el Congreso de la Lengua entró esta mañana en su recta final durante la Sesión Plenaria de Conclusiones, realizada en el Teatro El Círculo.

"La lengua debe ser siempre para nosotros la entrada en la cultura, con todas sus particularidades. Como decía Borges, debemos huir de un español gaseoso, abstraído, sin posibilidades de patria alguna", subrayó el director académico del Instituto Cervantes, Jorge Urrutia.

"Es preciso que consigamos combinar la difusión de la lengua, su extensión geográfica cada vez mayor, con el mantenimiento de aquellas particularidades no asistémicas que permiten a cada uno reconocerse en la lengua común, esa que tanto juego da a nuestros dramaturgos de uno y otro lado del océano. Porque no se trata de enseñar un español de ninguna parte -apuntó- sino decididamente enraizado en sus manifestaciones culturales".

Las menciones a Borges, que se multiplicaron durante el congreso, tampoco estuvieron ausentes en el discurso final de Urrutia, que nombró los temas principales abordados en estos días, donde desde distintas perspectivas se analizó la tensión existente entre globalización e identidad lingüística.

"Las grandes lenguas internacionales, entre ellas de modo importante el español, llevan en la gloria de su extensión geográfica la enfermedad de su empobrecimiento", resaltó el catedrático.

"La generalización de los idiomas conduce, pues, a la anulación de las diferencias, a su neutralización, con el peligro de convertirse así en la lengua de todas partes pero, también, en la lengua de nadie", sentenció

Para ejemplificar, el director académico del Instituto Cervantes también citó al Quijote: "Dicen los profesores de literatura que ese libro de 1605 buscaba la unidad en la diversidad, incorporaba numerosas novelillas y poemas que respondían a las pretensiones de la estética de la época".

Pero diez años más tarde Cervantes en su segunda parte hace desaparecer las novelitas, que aparecen sólo como peripecias del personaje. "Acudamos de nuevo a los eruditos; nos hablarán de la diversidad en la unidad", recomendó.

Urrutia manifestó su admiración por Ireneo Funes, ese memorioso personaje de Borges a quien "nada se le olvidaba y conseguía relacionar un detalle con otro, figurándose cada grieta y cada moldura de las cosas precisas que lo rodeaban. Así quisiera recordar todos los momentos de este congreso que ya concluye, todas las palabras pronunciadas, todas las personas que han intervenido, todos aquellos que, por su verbo y su acto, lo han hecho posible".

A su vez, el catedrático destacó "la presencia de tantas personas preocupadas por los temas que se han tratado y, de modo principal, interesados por la lengua española. Su número demuestra la importancia que la sociedad otorga a los argumentos lingüísticos, frente a quienes piensan que son preocupaciones demasiado distantes de una modernidad globalizada".

Las palabras del director académico sirvieron de síntesis al resumen de ponencias realizado al comienzo de la sesión por los catedráticos José Moreno de Alba, Pedro Luis Barcia y Humberto López Morales.

"Por primera vez se intenta hacer un resumen para esbozar conclusiones y lineamientos futuros", dijo Barcia, aunque este procedimiento "implicó una jibarización, el sacrificio de diversos matices de los textos.

El presidente de la Academia Argentina de Letras aclaró que sólo pudo ser incorporado a este resumen el 50 por ciento de las ponencias presentadas antes del comienzo del Congreso "y las que no entraron a tiempo se irán colocando en el sitio electrónico para poder tener una visión total del debate". (Télam).


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