La Capital
edición especial
      miércoles, 17 de noviembre de 2004  
De puño y letra
Capital de la lengua
El Congreso

"Soy antinormativo por naturaleza"
El periodista catalán Arcadi Espada celebra la participación de los que "batallan" todos los dÍas en la comunicación

Arcadi Espada, escritor y periodista de Barcelona es un típico jugador libre que disfruta de desplazarse de las corrientes mayoritarias de opinión, y colocarse en el "corner", según definió para La Capital. Por estilo y por convicción, Espada incomoda, provoca, y sus definiciones sobre "lengua e identidad" harán ruido en el teatro El Círculo de Rosario. "¿Qué tengo que ver yo con un puertorriqueño que lava platos en Nueva York, por más que usemos la misma lengua para comunicarnos?", se pregunta y agrega: "Yo me siento más cerca de un intelectual de París, aunque no habla una palabra de español".

-¿Qué esperás del Congreso?

-En este tipo de congresos es bueno que inviten a los "mecánicos" de la lengua. Aquellos que batallamos todos los días con la comunicación. Y no en el laboratorio, sino en la trinchera. Pero tengo que decir que soy antinormativo por naturaleza, y mucho más respecto de la lengua que se basa en su adaptación constante al hablante, incluso a la arbitrariedad. Los intentos de normativización los miro con escepticismo. De todos modos, bienvenido el Congreso de la Lengua. Será un espacio para intercambiar puntos de vista.

-Literatura y periodismo son dos géneros que trabajás, por momentos intercalados, ¿cómo te resulta?

-Lo único que no sale indemne de un cruce entre periodismo y ficción es la realidad, y los periodistas nos dedicamos a la realidad. Creo que desde el periodismo es lícito usar cualquier recurso para mejorar nuestros textos, pero es cierto que algunos recursos como el diálogo o el punto de vista omnisciente, son propios de la ficción. El periodista firma un pacto con el lector, deberá acreditar veracidad de sus dichos. En cambio el pacto del novelista es otro: esto que te cuento pudo haber sucedido o no.

-¿Qué te provoca saber que la lengua española se expande en el mundo?

-Me parece relevante que el español crezca como lengua en el mundo, aunque no creo que se trate de un "patrimonio cultural", esa definición me resulta una estupidez. Es tan tonto decir eso como que la respiración es un patrimonio cultural.

-¿Cuál es tu visión sobre las lenguas?

-Las lenguas se parecen a dos cosas, a la respiración y al dinero. Dos cosas tangibles y de nivel terrenal. Un instrumento de intercambio. El castellano está muy extendido en el mundo, esa es una ventaja y por lo tanto es una "moneda" que anda bien. Sin embargo tiene un gran problema, la mayor parte de las personas que la usan son pobres. De todos modos, no soy pesimista; hay muchas otras lenguas en el planeta que son habladas por menos personas y aún mas pobres (que los hablantes españoles). La lengua es una magnífica herramienta, pero no representa esencias ni nada por el estilo.

-¿No te interesa la idea de identidad entre los hablantes de una misma lengua?

-Siempre me pregunto, ¿qué tengo que ver yo con un puertorriqueño que lava platos en Nueva York, aunque hablemos el mismo idioma? La verdad, tengo más que ver con un intelectual de París, que no habla una palabra de castellano. Por lo tanto eso de las lenguas como identidad me parece irrelevante.

-Sin embargo, el panel donde participás se titula "Escritura literaria: la invención de una identidad"

-Sí, sí...(risa).

-Tal vez sea una oportunidad para decir estas cosas.

-Claro, ahí defenderé que la lengua no es una identidad, y como dije alguna vez, las lenguas son el pasaporte de la especie, y no la aduana de la raza. Digo, lo lingüístico sí que tiene identidad en la medida que nos separa del chimpancé, que no habla.

R. M.


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