La Capital
edición especial
      domingo, 07 de noviembre de 2004  
Desde el Jockey
Los partidos
Ovación

El mundo del hockey fue ajeno al superclásico

La máxima, encerrada por el saber popular, que afirma el carácter irresistible de un superclásico entre River Plate y Boca Juniors, fue desmentida hoy por el mundo del hockey, que resultó completamente ajeno al fenómeno de masas.

Los visitantes del Jockey Club, donde se desarrolla el certamen, transitaron el predio mientras se desarrollaba el partido con un absoluto desinterés por lo que sucedía en el estadio Monumental.

Si bien al momento del partido el complejo del hockey apenas albergaba unas mil personas, la cantidad era suficiente para apreciar alguna manifestación colectiva vinculada al clásico.

No hubo radios pegadas a las orejas ni preguntas deseosas de enterarse por las alternativas del hecho deportivo que paraliza al país, ni siquiera por las alternativas de Newell's-Lanús, que podía dejar al equipo del Parque en lo más alto de las posiciones.

Incluso muy pocos se acercaron hasta un televisor, ubicado dentro de una carpa del predio, que proyectaba la imagen de las tribunas con el relato de Boca-River.

Dos jóvenes que se paseaban con la camiseta de River tampoco mostraban preocupación por saber el resultado y parecían más entretenidos recorriendo el paseo de compras montado detrás de unas de las plateas del campo de juego.

Cuando Gastón Fernández y Nelson Cuevas hicieron estallar Núñez con los goles, el clima del Jockey Club no produjo ninguna alteración.

Paradójicamente, los hombres más preocupados por el superclásico fueron dos cronistas holandeses y uno de ellos le aseguró al otro con una sonrisa: "River beats". Y era cierto: River era el vencedor. (Télam)


enviar nota por e-mail