Susto en el aire. Un gigante de los cielos atravesado por varias polémicas

Símbolo de una década marcada por la suntuosidad y la ostentación

Menem hasta hizo colocar un sillón para su peluquero. De la Rúa quiso vender el avión pero no hubo ningún oferente

El Tango 01 fue adquirido por el ex presidente Carlos Menem en 1993 por 66 millones de dólares, pero la erogación del Estado ascendió a 70 millones por la adaptación y decoración de la aeronave.

Este Boeing 757, comprado con "apenas 5.000 horas de vuelo y la más moderna tecnología", sirvió de transporte a toda la comitiva menemista en los viajes oficiales.

Suntuosa grifería dorada, un sillón de peluquero que fue la comidilla durante la gestión de Menem por su afección al cuidado capilar -llevaba a su coiffeur Tony Cuozzo en su comitiva- y asientos de primera clase en cuero claro complementan los detalles de última tecnología del Jumbo.

El avión tiene seis lugares bien diferenciados: cabina de pilotos, tripulación, un área reservada a la comitiva oficial con 14 butacas, el sector presidencial, el espacio para invitados con capacidad para 20 personas y la cocina.

Sillones tapizados en cuero color beige, alfombras y revestimientos en madera son la cara visible de una aeronave equipada con la última tecnología en comunicaciones, que incluye un conmutador con cinco líneas satelitales, fax, sistema de audio y video.


Promesa de campaña
Con la asunción de la Alianza, se decidió vender el Tango 01 por su condición de "símbolo" de los gastos suntuarios del poder, y se convocó a una licitación pública internacional para rematarlo al mejor postor, con base en 56 millones de dólares que luego se rebajó a 49 millones.

El por entonces vicepresidente Carlos Chacho Alvarez se puso a la cabeza de la venta y remarcó que "si no hay compradores a un precio similar al fijado, el avión presidencial no se vende".

Finalmente, los compradores no aparecieron, salvo una tibia oferta de la propia Boeing para adquirirlo por el sistema de "leasing".

El caso es que, a pesar de la enfática promesa de De la Rúa, quien hasta llegó a hacer un corto de campaña donde aseguraba que "al avión lo vendo", el Tango 01 no se vendió.

En octubre del año pasado, el gobierno de Néstor Kirchner detectó maniobras irregulares en los gastos del Tango 01 y las definió como un "caso emblemático" de corrupción que provenía de administraciones anteriores.

El sumario iniciado por Kirchner implicó algún trastorno para los viajes oficiales, ya que de los cuatro pilotos en condiciones de comandar el Tango 01, dos estaban separados de sus cargos, sospechados de haber participado en los sobreprecios, y los restantes se encontraban en Estados Unidos en cursos de entrenamiento militar.

La investigación penal estuvo a cargo de la jueza federal María Servini de Cubría, quien en diciembre del año pasado procesó al ex jefe de la Agrupación Aérea de la Casa Militar, comodoro Aldo Perotti, y a sus tres socios de la empresa Sky Support SA, Diego Cerioni, Carlos Correa y Darío Ferniot, por extender facturas apócrifas en concepto de gastos por viajes presidenciales.

Kirchner y Fernández no pudieron ocultar la tensión que sintieron.