Año CXXXVII Nº 48546
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Campo
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 17/10
Mujer 17/10
Economía 17/10
Señales 17/10
Educación 16/10
Campo 16/10
Salud 13/10
Autos 13/10


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 20 de octubre de 2004

Editorial:
Polución, problema olvidado

Los rosarinos conviven con el problema todos los días y en muchas ocasiones ni siquiera se dan cuenta de su existencia. Pero nadie que transite cotidianamente por las calles de la ciudad habrá dejado de quejarse por la emisión de gases tóxicos bajo la forma de negros nubarrones que despiden los caños de escape de los vehículos, generalmente camiones o bien vetustas unidades de la flota de colectivos del transporte urbano.

Sin embargo, una sociedad normalmente acosada por dramas más urgentes que aquellos que pertenecen a la esfera medioambiental ha dejado, hasta el presente, de lado el análisis y también la potencial solución del preocupante asunto. Por tal razón debe evaluarse como un positivo primer paso la confirmación de que el municipio y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) comenzarán a medir el grado de contaminación del aire en la zona céntrica. Los primeros resultados del relevamiento estarán listos para el próximo mes de noviembre.

Los gases más peligrosos para la salud humana son el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y los hidrocarburos. Todos ellos se desprenden de los diversos combustibles utilizados, que incluyen la nafta, el gasoil y el GNC. Un elemento que debe considerarse como clave a la hora de sopesar el grado de polución imperante es el notable incremento que ha registrado el parque automotor rosarino en los últimos años. Como datos que funcionan a modo de bienvenido contrapeso del aumento en el número de vehículos conviene valorar -tal cual lo recordó en diálogo con este diario el toxicólogo Juan Carlos Piola- que "Rosario es una ciudad bien ubicada, frente al río Paraná, con vientos y buen clima" y también que los modelos automotrices más modernos cuentan en su haber con mejor tecnología anticontaminante.

Pero no caben dudas de que conviene tomar el toro por las astas. Existen numerosos ejemplos en todo el mundo de urbes que se han tornado literalmente invivibles como consecuencia de la contaminación ambiental. Y Rosario, que cada vez se aproxima más a la categoría de gran ciudad, debe ser consciente tanto de los indudables beneficios que tal condición depara como de los potenciales perjuicios que podría acarrearle.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados