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 jueves, 07 de octubre de 2004

Abusó de una nena y agobiado se quitó la vida
La policía lo buscaba tras recibir la denuncia de la mamá de la menor. El contó lo ocurrido a su familia y se mató

El hecho fue aberrante y el final sangriento. Todo empezó a descubrirse cuando un llamado anónimo alertó a la policía de la presencia de un cadáver en un descampado de bulevar Avellaneda y Uriburu. El cuerpo era de un hombre de entre 45 y 50 años. Tenía una herida de bala en su pecho y junto a él había un revólver calibre 22. La fisonomía y algunos rasgos del cadáver fueron las primeras pistas que obtuvieron los investigadores para esclarecer el episodio: podría ser el hombre que la Comisaría de la Mujer buscaba desde el martes acusado de haber abusado de una nena de 9 años en la zona suroeste.

Poco después de la recepción del alerta, la titular del Centro de Atención a la Víctima de Delitos Sexuales (CAV), Mariel Arévalo, concurrió al descampado en el que ya trabajaban el jefe de la Brigada de Homicidios, Daniel Corbellini, y personal del Juzgado de Instrucción Nº4. Todos coincidían en la probabilidad de que el cadáver perteneciera a Mario Oliva, el mismo hombre que Arévalo pensaba arrestar por la tarde a partir de una denuncia. Un tatuaje en la espalda confirmó la sospecha aún antes de que se identificara el cuerpo.

"El hombre tenía tatuado el nombre Beatriz en la espalda y sus descripciones coincidían con la denuncia de una madre presentada el martes al mediodía. La mujer sostuvo que este hombre, un vecino de la villa de la zona de Grandoli al 3600, había abusado de su hija de 9 años", contó la jefe de la comisaría de la Mujer.

Según el relato de Arévalo, el lunes, alrededor de las siete de la tarde, la niña le pidió permiso a su madre para ir a visitar a un pariente. En el camino fue interceptada por Oliva, quien la llevó mediante un engaño en su bicicleta hasta las inmediaciones de barrio Acíndar, cerca de la zona en la que luego apareció su cadáver. En un descampado abusó de la pequeña, aunque las pericias no constataron lesiones ginecológicas, de lo cual se desprende que no hubo penetración, confirmó Arévalo.

Una vecina de ese barrio encontró en la calle a la niña la noche del martes y una patrulla del Comando Radioeléctrico la llevó, cerca de las 23, de vuelta con su madre. "Al parecer -señaló Arévalo- la nena no presentaba signos de haber sido abusada, tampoco dijo nada al respecto. Luego le contó a su madre lo que había sucedido. Este hombre conocía a la niña, solía darle algunas moneditas, pero no se estableció que hubiera abusado de ella en alguna otra oportunidad".

Respecto del posible suicidio de Oliva trascendió que familiares de este hombre estaban al tanto de que portaba un arma y que les habría contado lo ocurrido con la menor, lo que llevó a que su propio entorno lo denunciara en la seccional 18ª. Ese episodio habría llevado a Oliva a tomar la determinación de quitarse la vida.

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