Un debate saludable II

El viernes 24 de septiembre el señor Angel H. Molina, miembro del consejo directivo de la Organización Islámica de Difusión, publicó una carta bajo el título "Un debate saludable", la que a su vez se relaciona con otra anterior publicada el 12 de septiembre ("Amia: necesidad de justicia"). Realmente me resulta un poco difícil seguir el hilo de su ponencia ya que hace mención a acontecimientos de características muy disímiles, tratando de sacar conclusiones que no les son en nada comunes. A modo de ejemplo, comienza comparando el asesinato de 86 argentinos en la Amia con el del embajador de Israel en Londres, doctor Argov -que era funcionario de dicho Estado-, y también con el del equipo olímpico israelí en Munich formado por ciudadanos israelíes en un evento internacional representativo de la convivencia en paz. En la segunda misiva cambia de actitud y señala hechos muy distintos de los que sólo menciona años y no temas. Por ejemplo, al decir "Argentina 1960", se debe referir a la captura y enjuiciamiento de Adolf Eichman, responsable del asesinato de seis millones de personas, de las cuales un millón doscientos mil eran niños; cabe la acotación de que en ningún momento hubo reclamos internacionales ni ningún estado puso en duda la calidad del juicio ofrecido a quien no dio oportunidad a sus víctimas. Al referirse a Yemen 1962, quizás se refiera al puente aéreo que permitió salvar a miles de judíos cuyas vidas corrían serio peligro, como lo testimoniaron un sinnúmero de veedores internacionales. Por último, al decir Irak 1981, quizás se refiera a la primera Guerra del Golfo, en la cual Israel no intervino, pese a que Irak la atacó duramente con sus misiles procurando una globalización del conflicto. Señor Molina, podemos debatir todos y cada uno de los eventos que usted quiera plantear pero no mezclemos papas con camotes. El motivo principal, o al menos eso se entiende del título de su carta, es pedir justicia para los muertos argentinos y ésta solo puede ser procurada por el gobierno de nuestro país. Y, en este sentido, la observación de la responsabilidad de un estado musulmán no fue de Israel, sino de nuestro entonces presidente Carlos Saúl Menem quien afirmó que había semiprueba de la autoría de Irán y de la coordinación de funcionarios de esa embajada en nuestro país. Como descuento su interés en el esclarecimiento y castigo de los culpables de este terrible crimen lo invito especialmente a participar de las reuniones que todos los días 18, a las 19, se realizan en la plaza Pringles. En ellas un grupo de argentinos, sin discriminación de ideologías, edades, razas o religiones pedimos nada más y nada menos que justicia para los argentinos.

CPN Claudio E. Gershanik