De los aplausos a los silbidos

En pocas horas el panorama cambió notablemente en Newell's. Es que desde los aplausos que el plantel recibió el jueves en su presentación a los silbidos de ayer sólo medió un partido. Un partido en el que los rojinegros no supieron responder a la expectativa que se había generado en la gente. Y ahora encima se viene el clásico del fin de semana ante Central. Un cotejo ideal para recuperarse, por el cual los hinchas olvidan y perdonan casi todo, pero que también puede ser condenatoria si el resultado no es el esperado. Por lo pronto, ayer y como para que nadie se apoye en la conveniencia, dieron su opinión: "Cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar...".