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 domingo, 25 de julio de 2004

Salud en barrios carenciados

Preocupados por vincular a los estudiantes de medicina con el contexto en el que viven, profesores del área de extensión de la Universidad Abierta Interamericana, organizaron una actividad extracurricular, para desarrollar un proyecto de trabajo en comunidades carenciadas.

  Bajo el título "Trabajo sistemático en salud para comunidades carenciadas", comenzaron a realizar tareas de asistencia en el barrio toba María Madre de la Esperanza, con la idea de poder extenderlo a otras comunidades que lo requieran.

  Graciela Spretz, directora del departamento de Humanística y Metodología explicó a La Capital que "se trata de una propuesta voluntaria para alumnos a partir de segundo año. Intentamos que los alumnos lleven a la práctica los contenidos teóricos y brindar una formación con alto contenido social, motivar actitudes solidarias y generar un fuerte compromiso social en la formación del perfil del futuro profesional médico"

  La facultad brinda a los alumnos un curso de atención primaria para quienes deseen desarrollar algunas tareas de prevención en el barrio.

  Desde el 2001 más de 170 alumnos trabajaron en el lugar. A lo largo de ocho horas semanales, los voluntarios se acercan a cada casa. Allí en medio de una amena charla detectan las carencias más acuciantes, recaban datos epidemiológicos para desarrollar estrategias que permitan realizar alguna contribución en prevención o promoción de la salud.

  El trabajo es personalizado por parte de los voluntarios y se realiza tratando de acompañar a los habitantes en las prácticas de cambios de hábitos que les permitan mejorar sensiblemente, dadas las condiciones de precariedad, su calidad de vida. Allí está el compromiso humano del estudiante de medicina desde sus conocimientos con estas poblaciones carenciadas.

  En la zona se realizaron relevamientos del terreno, detección de población infantil sin vacunación, educación en higiene, tratamientos de pediculosis y escabiosis. Todo esto se conjuga con actividades que colaboran en la integración con la comunidad, como fiestas patronales, campaña de recolección de juguetes para el Día del Niño, contribución con medicamentos o nebulizadores y atención médica.

  Esteban y Mario, dos de los estudiantes que participan en el trabajo desde hace más de dos años, no dudaron en afirmar los beneficios de realizar esta tarea. "Trabajar en el barrio Toba permite experimentar que cada paciente es diferente y requiere un trato distinto, e implica un cambio de actitud por parte nuestra", señaló Mario. Esteban añadió que "uno recibe mucho entre esas personas. Los chicos se alegran sólo por verte y eso es increíble", confesó.


Agua potable
El director de la carrera de medicina, doctor Guillermo Weisburd, actualmente coordina una propuesta de investigación sobre el agua de la zona, que realizan los alumnos. Si bien en el barrio algunas casas cuenta con agua potable, otras en cambio se abastecen de canillas que quedan alejadas del hogar. La manipulación del agua por determinadas condiciones del hábitat o por los recipientes que se utilizan para el traslado, provoca la pérdida de la potabilidad. Los alumnos estudian medidas de prevención para trabajar, junto con la comunidad, con el fin de contribuir al mejoramiento de las patologías infantiles, sobre todo las diarreas.

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