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 domingo, 25 de julio de 2004

Productores con responsabilidad social
Estudiantes de administración de empresas asesoran microemprendimientos de jefes y jefas de hogar

María Laura Favarel / La Capital

Como iniciativa de alumnos y profesores de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral surgió el deseo encauzar inquietudes solidarias. Todo se inició en 1999 cuando un grupo de alumnos y personal de la facultad comenzó, por propia iniciativa, a visitar a los niños del Hogar del Huérfano. La alegría de los niños al verlos llegar animó a muchos más a sumarse a esta idea. "Uno cree que va a dar pero en realidad recibe mucho más de estos chicos", confesó uno de los participantes de las primeras reuniones, que al multiplicarse reclamaron una mejor organización. Como respuesta se creó el "DAS" (Departamento de Ayuda Solidaria) donde se unifican voluntades de colaborar de alumnos de grado, posgrado, profesores y personal no docente.


Todos pueden participar
"Algunos colaboran con donativos de ropa, juguetes, o alimentos. Otros regalan su tiempo, mientras otros prefieren ofrecerse para organizar las actividades. Cada uno desde su lugar y en forma voluntaria se acerca al DAS para colaborar con lo que puede", explica Teresa Bosch, coordinadora del departamento.

A lo largo de este año el DAS organizó campañas de juguetes, golosinas y papel de regalo, colectas para los inundados, ropa de abrigo y alimentos para el barrio de Empalme Granero.

No faltan los paseos en los colectivos que presta la empresa Rosario Bus para pasear a los niños del Hogar del Huérfano. En medio de todas estas tareas se entretejen historias como la de Juan, uno de los choferes de los colectivos que llevó a los chicos a pasear. Ese día, Juan llegó a su trabajo y como hacía siempre, se sentó al volante, cuando le informaron que esa jornada iba a ser diferente. Debía dedicar varias horas a pasear a los niños del Hogar del Huérfano. Visiblemente afectado se tomó fuerte del volante para poder cumplir el cometido. Su emoción tenía motivo. Luego confesó que lo llenaba de alegría hacer esta tarea porque él había vivido en un hogar y nunca había tenido esa opción.

Asimismo, la última Semana Santa, 22 alumnos picaron alto. Viajaron a Suripujio, una pequeña localidad jujeña, para ayudar a una población de 30 familias, que viven sin autos, sin luz, sin gas, a 30 kilómetros de La Quiaca.

Actualmente se está realizando una colecta de recolección de cartuchos de tinta para el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, y se está planeando llevar a los chicos discapacitados de un hogarcito Don Orione al teatro El Círculo en estas vacaciones de invierno.

A su vez, un grupo de alumnos de los primeros años de facultad está preparando un circo para desplegar una función en el Hogar del Huérfano.


Microemprendimientos
Las actividades solidarias de a poco fueron introduciéndose en la estructura académica de la facultad. Este año por primera vez, comenzaron a dictarse dos materias a través de las cuales los alumnos asesoran microemprendimientos de jefas y jefes de hogar de la Municipalidad. "De esta manera se intenta que los alumnos aprendan, como futuros empresarios, a asumir la responsabilidad social que tiene toda organización", señaló Bosch.

Para llevar a la práctica esta idea se estableció un convenio con la Municipalidad de Rosario por el cual los alumnos cooperan con proyectos de la Secretaría de Promoción Social. "Los chicos también se comprometen a aportar sus conocimientos para el mejoramiento de la sociedad donde viven", continuó.

Los chicos realizan el seguimiento del plan de negocio de cada emprendedor, jefe o jefa de hogar que desarrollara un emprendimiento otorgado por la Municipalidad. Concretamente las costureras del Distrito Centro acudieron a la facultad a una serie de talleres realizado por alumnos, quienes asesorados por profesores les explicaron cómo armar el negocio para que puedan vender mejor lo que producen. "Es un aprendizaje mutuo, porque los alumnos aprenden a detectar las necesidades de diferentes poblaciones, y personas que tal vez no pudieron acceder a una educación, logran realizar su propio balance, llevar la contabilidad y comercializar mejor su producción" concluyó Bosch.

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Las tejedoras del Distrito Centro reciben capacitación.

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