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 domingo, 25 de julio de 2004

Grafología: Secretos de la escritura

La grafología tiene como objetivo el conocimiento de la personalidad por medio del análisis de la escritura. Como expresa José Simón, consiste en un test psicológico incluido en el grupo de los llamados proyectivos, que muestra los distintos aspectos de la personalidad.

Como se sabe y se suele repetir muchas veces, aún sin tomar conciencia cabal, somos todos distintos y únicos. Y así es la letra: particular, diferente a todas, exclusiva. Lo fascinante del análisis grafológico es que permite, a partir del estudio sistemático y responsable de cada rasgo, acercarse al conocimiento de uno mismo y del otro. En el caso de los adolescentes este interés se particulariza.

En esta etapa en la que se "adolece", los jóvenes se replantean los conceptos y verdades aprendidas en la infancia a través de los padres, para empezar a crear el pensamiento propio. Este aprendizaje es arduo, genera inestabilidad, miedos y rebeldía. Y así escriben los adolescentes. La escritura pierde los rasgos infantiles que la caracterizaron y comienza a tener cambios importantes que van representando su evolución.

Por eso se ve en los escritos de hijos, alumnos o pacientes adolescentes, dibujos de grandes flores, soles, estrellas preciosas llenas de vitalidad y ensoñación. Pero también dibujan y sombrean triángulos o cuadrados en momentos de angustia, o espirales, flechas y curvas cuando buscan respuesta a alguna inquietud. La letra se agranda en busca de expansión: bien dibujada con un contorno fuerte y grueso indica una personalidad abierta, segura y comunicativa.

Otros adolescentes escriben con letra muy chiquita, están replegados sobre sí mismos, inseguros, tímidos. Buscan en su firma y en el nombre la identidad. Estas expresiones hablan del yo íntimo y personal. Probablemente hasta ahora hayan utilizado firmas y rúbricas similares a la de los padres, o de algún adulto a quien admiran. Ahora crean la propia. En este intento es común observarlos llenando hojas y espacios en blanco con sus nombres.


Rasgos en las letras
En algunos casos el temor y a veces el cansancio hará que la letra sea temblorosa, irregular, costará mantener la línea del renglón. Lo más conveniente es estar atentos a sus necesidades para que no se refugien en conductas patológicas que "mágicamente" los mantienen alejados de esa realidad que deben enfrentar para crecer.

En esta etapa también se evidencian las aptitudes naturales para elegir una profesión o un trabajo. Analizando los rasgos escritos estas características se distinguen claramente. Los adultos deben brindar contención a través del afecto, y saber poner límites para que crezcan seguros y con confianza en ellos mismos. Observar la letra permitirá conocerlos mejor sin que se sientan presionados, para poder guiarlos hacia un desarrollo integral.

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