El futuro presidente del radicalismo santafesino quiere rearmar el partido

Michlig: "A las próximas elecciones vamos a ir como UCR"

El senador y ex intendente dijo que por falta de "trabajo y seriedad" la fuerza pasó a ser tercera

"Muchos correligionarios quedaron enojados porque en las elecciones no fuimos con el nombre del partido, así que en las próximas privilegiaremos eso: ir como Unión Cívica Radical y no como furgón de cola de otro partido", en referencia al PS.

La definición corresponde al senador Felipe Michlig a semanas de asumir la presidencia de la UCR santafesina. Se estima que lo hará en junio cuando se sellen los acuerdos.

No fue lo único que dijo el dirigente, tal vez como anticipo de cierta revisión de los pasos dados por la fuerza opositora que de segunda pasó a tercera en la provincia, detrás del PJ y el socialismo: "Aspiramos a una recuperación franca del radicalismo, que a pesar de poseer un tercio de los intendentes (cerca de 130) sacó sólo 32.000 votos en un sublema. Pero lo haremos con trabajo y seriedad, que es lo que ha faltado durante mucho tiempo en la Unión Cívica Radical".

Ex intendente de Ambrosetti, un pueblo de 1.300 habitantes al norte de la provincia, Michlig tejió un lazo con varios jefes comunales que le permitió ser el único en presentar lista en la mayoría de los departamentos. Hoy afirma que el trabajo con ellos será la base de recuperación de la desdibujada UCR.

Con relación a la ley de lemas, opinó a favor de la "derogación lisa y llana" y el reemplazo por "internas abiertas, simultáneas y obligatorias para los partidos políticos, no para los ciudadanos".

-¿Cree que al radicalismo le corresponde un rol distinto al que tiene actualmente?

-Totalmente. Si logramos aunar esfuerzos y trabajar en conjunto, la UCR hará un muy buen papel en las próximas elecciones y se reconciliará con el electorado. Es la tarea que vamos a desarrollar de ahora en más y será fructífera.

-¿Cómo explica que con los intendentes que suma el radicalismo haya pasado a ser tercera fuerza?

-Es lo que nosotros nos preguntamos. En una reunión realizada días pasados con los intendentes de Villa Cañás, Esperanza, San Carlos Centro, Vera, San Cristóbal, Avellaneda, Capitán Bermúdez, todas ciudades donde estamos gobernando, y bien, y la pregunta era esa. Si sumábamos los votos de los que estábamos en esa mesa nada más pasábamos los 100 mil. Allí nos preguntábamos cómo puede ser que con ese capital el radicalismo esté tan desdibujado. Es lo que tenemos que reconsiderar. Por eso, en las próximas elecciones debemos llevar candidatos que tengan trayectoria, relación con la gente y peso electoral. Los intendentes radicales representan el 30% del total: más de 130 sobre 360. Van a tener un protagonismo especialísimo en esta nueva conducción partidaria y algunos ostentarán cargos partidarios importantes, como Raúl Seco Encina, intendente de Vera, quien será primer delegado al comité nacional.

-¿Le regalaron el capital al socialismo?

-Creo que fue una alianza que terminó siendo beneficiosa para la UCR desde el punto de vista de las representaciones que se lograron en las Cámaras. Con los 30 mil votos de la fórmula se hubiese conseguido nada más que un diputado provincial, y sin embargo tenemos ocho. Pero no hay duda de que hemos perdido identidad como partido porque fuimos en el lema Partido Socialista. Si hacemos un balance, es verdad que no fue del todo beneficioso, salvo estas representaciones, ya que perdimos identidad y muchos correligionarios quedaron muy enojados por el hecho de no haber ido con el nombre de la UCR. Así que en los próximos comicios privilegiaremos ir como UCR, aunque no descartamos la posibilidad de una política de alianzas, pero que tenga como denominador común un acuerdo programático. Fíjese lo de Margarita Stolbitzer (ex candidata a gobernadora bonaerense), que terminó siendo un batacatazo.

-¿Qué opina de la ley de lemas?

-Hay que derogarla lisa y llanamente. El nuevo régimen tiene que ser internas abiertas, simultáneas y obligatorias para los partidos, no para los ciudadanos. Que se sometan todos los partidos aunque tengan una sola fórmula; que enfrenten una elección interna, abierta (afiliados e independientes) y simultáneas para impedir cualquier maniobra de una fuerza en detrimento de otra.

"A la ley de lemas hay que derogarla lisa y llanamente".