Arslanian asumió como ministro de Seguridad y prometió depurar la policía

Descentralizará las fuerzas de seguridad y las vinculará con los municipios. Habrá un cuerpo especial independiente

El jurista León Arslanian asumió ayer como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires con la promesa de responder al "clamor social" por combatir la inseguridad "con la ley", y de no actuar "bajo presión", y anunció un profundo programa de reestructuración de la fuerza policial destinado a liberarla de corruptos, hacer eficiente su labor y lograr así el restablecimiento de la confianza social.

También precisó que el virtual jefe de la policía bonaerense será un civil. "Habrá un coordinador general de la policía y será un civil", dijo escuetamente y sin dar más detalles Arslanian tras el acto de asunción en la Gobernación.

Anunció que rápidamente se incorporarán más de dos mil policías en la prevención y represión del delito en los distritos del conurbano y se preocupó en dejar claro que "no habrá militares en las calles; las Fuerzas Armadas no deben intervenir en cuestiones de seguridad". Al respecto precisó que la colaboración "será logística".

El ministro de Defensa, José Pampuro, se reunió anteayer en La Plata con Arslanian para ofrecerle el respaldo técnico de las Fuerzas Armadas a las de seguridad de la provincia y también aclaró que ningún tipo de personal militar participará siquiera "para conducir los transportes que arrendaría la cartera bonaerense".

Al acto asistieron, además del gobernador Felipe Solá y funcionarios nacionales y provinciales, el actual coordinador de la bonaerense, el comisario general Eduardo Colacci, quien junto a los jefes de las 18 departamentales siguieron con gesto adusto el mensaje del ministro. Fueron los primeros en retirarse del acto.


No habrá un cambio repentino
"La situación actual no cambiará de la noche a la mañana, pero lo lógico es empezar a cambiar a partir de mañana", afirmó el flamante ministro, en el acto durante el cual el gobernador Solá también sostuvo que no efectuará "golpes de efecto" y pidió la "ayuda de los ciudadanos para derrotar la voluntad perversa de los delincuentes".

En medio de una ola creciente de inseguridad con altísimos niveles de violencia, sobre todo en el conurbano bonaerense, Arslanian anunció la descentralización de la fuerza policial para vincularla directamente con los municipios; prometió una intensa reestructuración a través de una nueva ley orgánica de personal de la policía y una fuerte depuración de la fuerza.

Dijo que habrá una policía de seguridad especial independiente y que se incorporará material logístico y tecnológico que aporten las Fuerzas Armadas.

Arslanian reconoció que asume el cargo "en circunstancias particularmente difíciles, tanto o más" que cuando ocupó brevemente la cartera hace seis años.

Admitió que "uno de los problemas más graves" de la policía es la corrupción cuyo origen, sostuvo, "es antiguo, pero fruto del modelo de organización autoritario, burocrático, autonómico, severamente agravado por el desquiciamiento moral" causado por la dictadura militar que llevó a la fuerza a la "ausencia de controles políticos y de todo otro tipo y por la connivencia política" con la policía. (Télam y DyN)

Arslanian, ayer en la Gobernación.