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 sábado, 10 de abril de 2004

Las últimas lluvias dieron un poco de vida al perfil

Como estaba previsto, la entrada del otoño se ve retrasada por la intensificación del anticiclón del Atlántico Sur. Este fortalecido centro de altas presiones, instalado al nordeste del país, generó durante los dos últimos meses condiciones desfavorables para la ocurrencia de precipitaciones en la región pampeana, en especial en Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Además, el predominio de viento del norte generado por esta situación anormal contribuyó a mantener altas las temperaturas, prolongando el verano.

Luego de las últimas lluvias, las reservas de agua en el suelo muestran una recarga generalizada. Comparando las reservas actuales con las normales para principios de abril se obtiene la clasificación que se muestra en el mapa. La zona sombreada en gris más claro corresponde a niveles de reserva "muy inferiores a los normales", mientras que la zona más oscura representa almacenajes "muy superiores a los habituales".

Es clara la distribución decreciente de las categorías de reserva, al movernos sobre el mapa de sudoeste a noreste. El área de reservas normales o superiores a las normales abarca las provincias de San Luis y La Pampa, además del sur de Córdoba. Luego de una rápida transición por las reservas "algo inferiores a las normales" se pasa a la categoría de reservas "muy inferiores a las normales", que abarca el norte de Córdoba, la mayor parte de Santa Fe y Buenos Aires y toda la provincia de Entre Ríos.

Dentro del área que aparece en gris más claro hay en realidad muchos matices. Las reservas actuales aparecen como "muy inferiores a las normales" porque, por un lado, los valores normales de principios de abril son altos. Por otro lado, los almacenajes se han recuperado con las últimas lluvias en la capa superior, mientras que la clasificación se realiza para todo el perfil en conjunto.

Con respecto a las consecuencias de esta situación sobre el estado de la soja en el nordeste de la región pampeana, puede decirse que la constante es la disparidad. Se ven lotes en buen estado y otros prácticamente perdidos. La mayor parte de la soja de esta área ya ha definido su rinde, con lo cual las últimas lluvias, así como las que puedan darse próximamente, sólo beneficiarían a algunas parcelas retrasadas. Se observan en muchos casos muy buenas plantas, con chauchas prácticamente vacías.

Otra consecuencia de la falta de lluvias normales sobre el nordeste de la región pampeana fue la ocurrencia de incendios. Las condiciones favorables se generaron debido a adecuadas lluvias en primavera y principio del verano, con importante generación de biomasa, seguida de meses secos, con altas temperaturas y poca humedad.

Con el cambio de estación, previsto recién para mediados de abril, se debilitarían progresivamente los factores adversos para la ocurrencia de lluvias y las temperaturas volverían a valores más normales para la época.

Incluso en La Pampa, sur de Córdoba y Buenos Aires podrían evidenciarse próximamente entradas de aire frío con marcado descenso de la temperatura.

Consultora de Climatología Aplicada (CCA)

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