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 domingo, 22 de febrero de 2004

Tres ladrones sorprenden en su casa y asaltan a una pareja con un bebé
Cautivos del pánico en barrio Parque
Los asaltantes encañonaron y encerraron a sus víctimas. Recorrieron la vivienda y sustrajeron $ 3 mil y alhajas

Son las once de la mañana. Daniela Renzo, de 26 años, sigue abrumada por la pesadilla sufrida doce horas antes. Habla por el portero eléctrico de su casa de barrio Parque y su relato entrecortado transmite la angustia persistente que la invade. Todavía no despeja de su mente el tormento de una imagen: cómo sus brazos amarraron con fuerza a su bebé de dos meses y medio cuando los tres hombres armados que irrumpieron en su vivienda la encañonaban a ella y a su esposo, mientras los despojaban de dinero y joyas. Los maleantes se llevaron tres mil pesos que su marido acababa de cobrar y alhajas por un valor no precisado.

Mariano Savena, de 32 años, es el propietario de la vinería Barcelona, ubicada en Santiago y Córdoba. Cerca de las 22.30 del viernes, el comerciante cerró el local y regresó a su casa de La Paz 3281. Allí lo esperaba su esposa porque la pareja había planeado ir a cenar con los padres del muchacho. Según contaron algunos vecinos ese sector de la barriada es "tranquilo" y nadie vio a los tres hombres que desde hacía un rato esperaban pacientemente el arribo de Savena.

Mariano estacionó su utilitario con el motor encendido. Cargó el cochecito del bebé y le pidió a Daniela que subiera al vehículo. La puerta de la casa quedó abierta y por allí entraron tres hombres. Apenas levantaron la vista el matrimonio se topó con los desconocidos. "Vamos para adentro", gritó uno de ellos, que se cubría la cara con una bufanda. "Primero nos obligaron a tirarnos al suelo y nos dijeron que no les miráramos la cara", explicó Daniela a una periodista de Canal 3.

Los ladrones fueron al grano. Primero se apoderaron de las alianzas de la pareja y después recogieron la billetera de Mariano, con los tres mil pesos que el comerciante acababa de cobrar. Daniela estaba aterrada. Temía por su bebé, aunque los asaltantes trataban de calmarla. "Nos decían que no nos iba a pasar nada, pero yo no estaba tranquila". Desesperada, la chica sólo atinó a acurrucar a su hijo contra su pecho.

Después los intrusos llevaron a los Savena al baño, pero como ese sitio de la casa no tiene llave los encerraron en una habitación. Sin obstáculos recorrieron la casa en búsqueda de elementos de valor. Revolvieron los cajones de las dos mesitas de luz de la pieza y uno del comedor y se marcharon con un reproductor de discos compactos que encontraron en el camino. Ya habían pasado unos quince minutos, pero a los Savena les pareció una eternidad el tiempo transcurrido.

Mary Saita es una vecina de los Savena, que vive en una casa que linda con los fondos de las víctima del atraco. Ella escuchó los gritos de auxilio de Mariano cuando aparentemente los asaltantes ya se habían ido. "Yo traté de tranquilizarlos desde la ventana de mi casa. Me asusté mucho porque los chicos estaban desesperados, sobre todo por el bebé. Y después llamé a la policía", explicó la mujer, sorprendida porque "acá nunca pasa nada".

Su marido salió a la vereda y alcanzó a ver a los ladrones. "Dos se fueron caminando por el pasaje Carbone y el tercero salió corriendo con un bolso en la mano", comentó Mary.

Daniela demostró su convicción de que los maleantes estaban al tanto de los movimientos de su esposo. "Sabían los horarios de mi marido y a qué hora llegaba a su casa", aseguró.

Otra vecina, Magdalena, también oyó los pedidos de ayuda de Mariano. "Cómo escuché gritos e insultos pensé que eran chicos que se peleaban en la calle", contó. Un rato después llegaron efectivos del Comando Radioeléctrico y así se enteró del robo. A partir de ese momento la madre de la mujer, que es ciega, ya no pudo seguir durmiendo.

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El frente de la casa de La Paz y Vera Mujica.

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