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 domingo, 22 de febrero de 2004

El régimen islámico iraní se aseguró un amplio triunfo
Con más de 2.000 candidatos reformistas vetados, les resultó fácil a los conservadores imponerse

Teherán. - El régimen islámico iraní aseguró que asestó una derrota a sus "enemigos", los iraníes reformistas y los EEUU, antes incluso de conocer los resultados de las elecciones legislativas del viernes, y sobre todo el índice de abstención. Posteriormente se informó por medios oficialistas que el voto había llegado al 60% de participación y que los conservadores ganaban con amplitud a los pocos reformistas que se presentaron. Pero estos señalaban que la participación real no superó el 15%. La mayoría de los dirigentes liberales se apartaron de la contienda en protesta por la masiva prohibición de candidaturas por el régimen islámico, o bien fueron víctimas de ese veto.

Para el Guía Supremo de la Revolución, el ayatolá Ali Jamenei, estas legislativas eran "si cabe, más importantes" que las elecciones precedentes, ya que "nuestros enemigos trataban de obstaculizar el movimiento del pueblo hacia las urnas".

Votar, "es disparar una bala en el corazón de Bush", esgrimió en la oración pública el ayatolá ultraconservador Amhad Janati, jefe de la institución que invalidó masivamente las candidaturas de los reformistas, el Consejo de Guardianes. Todavía sin conocer el índice de abstención, ayer los diarios oficiales proclamaron una participación "masiva y entusiasta", que habría dejado a la prensa extranjera "estupefacta" ante el presunto éxito.

"Sobre un total de 168 bancas asignadas, 110 son para los conservadores, 49 para los reformistas y 9 para los independientes", dijo un dirigente del Mosharekat, principal partido reformista y el más perjudicado por el veto de candidaturas. De esta manera, los conservadores consiguieron la mayoría en el Parlamento, que habían perdido en manos de los reformistas en los comicios de 2000.

Según afirmó Radio Teherán, controlada por los conservadores, la participación en las elecciones fue del 60%, siete puntos menos que en los comicios de 2000 pero bastante más del 40% que vaticinaban los reformistas. Claro que el número dado por los medios oficialistas es de hecho incomprobable.

La movilización de los medios de comunicación oficiales, llegó al punto que hicieron de los comicios un espectáculo animado por las estrellas mediáticas al ritmo de cantos populares y nacionales. El objetivo fue mostrar que el país ha renovado el compromiso con los valores islámicos.

Pero lo que no puede esconder el régimen es que su celo en no dar el índice de participación es directamente proporcional a su tamaño. El Ministerio del Interior -en manos reformistas- recontaba ayer los votos bajo la supervisión del ultraconservador Consejo de Guardianes, que se resistía a publicar las cifras de la abstención. Según el dirigente reformista Mostafa Tadjzadeh, los conservadores elegidos el viernes "sólo tienen el apoyo del 15% de la sociedad". En Teherán, los miembros del consejo municipal conservador fueron elegidos en 2003 con el 5% de los votos.

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