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 miércoles, 28 de enero de 2004

Rambla Catalunya: todos los servicios sin pagar un centavo
En los más de 600 metros de playa habilitada hay guardavidas, duchas, baños y cobertura médica

Si el plan es ir a una playa de Rosario sin tener que pagar un centavo, la opción es la rambla Catalunya. Tiene más de 600 metros de playa habilitados, guardavidas, duchas, baños y cobertura médica. Y todo gratis. De hecho, esa es la principal razón por la cual los visitantes aceptan amontonarse al mejor estilo Bristol de Mar del Plata. Es más, los habitués dicen que no tiene "nada que envidiarle a los balnearios de la costa atlántica".

Enlace Rosario-Victoria es la empresa concesionaria de los 600 metros de playa habilitados para los bañistas en la rambla, y los tres bares y el restaurante apostados en ese tramo. El balneario está dividido en dos (por una playa seca de unos 250 metros): uno es el sector delimitado por el bar Mordisco y el restaurante Señor Arenero, y otro es el que se extiende entre los bares Caracolas y Cartuja. Este último es el más concurrido por los jóvenes que buscan algo más que sol y arena.

Si bien los más chicos suelen aparecer por la playa pasado el mediodía, Ivana Mortera (18), Estefanía Scarzi (17) y Cecilia Martínez (17) ayer llegaron a la rambla a las 10. Y cayeron con todo el equipamiento necesario como para no desperdiciar dinero: agua congelada, sandwiches y frutas. Lo único que gastaron fueron dos pesos por el alquiler de una sombrilla (también hay reposeras a 1,50).

"Siempre que venimos a la costa nos quedamos en la playa de la rambla, porque es gratis, limpia y hay duchas", coincidieron las tres amigas mientras se calcinaban bajo el sol del mediodía. Para las chicas no fue "nada tormentoso" instalarse en la rambla después de haber pasado sus vacaciones en la ciudad balnearia de San Bernardo. "Es lo mismo. Es más, acá está bueno porque conocemos a mucha gente, siempre nos encontramos con alguien", confesaron.

Es que tienen todo: baños, guardavidas, duchas y hasta pueden tomar clases de aerobic o participar de torneos de Beach Vóley. Y ante cualquier emergencia médica, también pueden acudir, de 8 a 21, a una unidad de urgencias del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) apostada todos los días en el lugar. Según detalló el médico Héctor Vilches, "vienen muchas personas con heridas cortantes y se hacen con frencuencia controles de presión arterial".


Vigilando de cerca
Los guardavidas que todos los días, de 8 a 20, se instalan en la playa de la rambla dicen que "en general, no hay demasiados problemas con la gente, salvo algunos que se tiran al agua borrachos o los que quieren ir más allá del boyado", contaron ayer a La Capital Mauro Paglia y Federico Placco. Para ellos, la mayor preocupación son los que se meten al río en las zonas donde no está permitido bañarse, como en las playas secas. "Ahí ocurre el 99 por ciento de los accidentes", señalaron.

El control de los guardavidas se limita estrictamente a los bañistas. Su trabajo no contempla vigilar a los vendedores ambulantes que quieren entrar a la zona balnearia. En todas las entradas de la playa hay carteles que advierten sobre la prohibición de estos vendedores en la zona concesionada. Sin embargo, ellos siempre se las ingenian para darse una vueltita y concretar alguna venta.

Juan, que ofrece ensalada de frutas a 1,50 peso, sabe que no tiene autorización, pero igual recorre el balneario. "Algo de plata se saca; se vive", contó.

La novedad de este verano en la rambla es la estructura que se instaló en el medio de la playa. Allí hay un quiosco (con precios más económicos que los bares), dos baños nuevos y seis duchas que se habilitarán el próximo fin de semana. Y un puesto de helados apunta a calmar la ansiedad de los más golosos.

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No hay más lugar. Ayer, a las 11, la playa vde la rambla ya estaba repleta de gente que buscaba hacer frente al bochornoso calor.

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