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 domingo, 25 de enero de 2004

Lula se anotó un éxito con la incorporación al gobierno del mayor partido centrista

Diana Renee

Río de Janeiro. - La minirreforma de gabinete formalizada este viernes por el presidente de Brasil, Lula da Silva, fortalecerá su gobierno y al Partido de los Trabajadores (PT) en el Congreso y en las elecciones municipales de octubre.

La inclusión en el gobierno de dos ministros del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -Eunicio Oliveira, como ministro de Comunicaciones, y Amir Lando, como titular de Previsión Social- consolida la unión del PT con esa agrupación, que tiene gran fuerza electoral en los municipios medianos y pequeños del país.

En los últimos comicios municipales, el PMDB eligió nada menos que 1.226 alcaldes, más de un cuarto del total. Además, con 77 diputados federales y 23 senadores, este partido constituye una fuerza esencial para el gobierno Lula, que este año pretende someter a votación en el Congreso varios proyectos polémicos, entre ellos la enmienda constitucional de reforma del Poder Judicial, que ha generado fuertes resistencias por parte de los magistrados.

Para hacer espacio en el gobierno al partido centrista, Lula debió excluir del gabinete a fieles aliados de primera hora del PT, en un proceso que él mismo definió como "doloroso".

Sin embargo, el mandatario aprovechó la reforma para intentar corregir algunos puntos débiles del primer año de su gobierno. Pese a que no afectó al "núcleo duro" del gobierno -cuyo comando económico está con el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, mientras que el poder político en manos del ministro-jefe del Gabinete Civil, José Dirceu-, la reforma dejó en claro el deseo de Lula de volver más eficaz su política social, cuyos resultados hasta ahora son modestos.

Un ejemplo claro de esa estrategia fue el nombramiento del ex alcalde de Belo Horizonte, Patrus Ananías, como titular del nuevo Ministerio de Desarrollo Social, que reemplaza a las carteras de Promoción Social y de Seguridad Alimentaria y tendrá, entre otras, la misión de comandar el principal programa social del gobierno Lula, Hambre Cero.

Ananías, de 51 años, es un devoto católico con estrechos vínculos con la poderosa Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), que en los últimos meses ha elevado el tono de sus críticas a la política social del gobierno de Lula, en general, y a Hambre Cero en particular.

"El programa social del gobierno Lula fue muy bien en 2003, que fue un año difícil, pero estoy seguro que será mejor en 2004, porque hemos sembrado bien en 2003", dijo el nuevo ministro, quien expresó su confianza en lograr repetir con el presupuesto de que dispone "el milagro de los panes y de los peces".

Por otra parte, el mandatario quitó a su jefe del Gabinete Civil, José Dirceu, la tarea de negociar con el Congreso, que pasará a ser desempeñada por el comunista Aldo Rebelo, quien conquistó gran popularidad entre sus pares el año pasado como líder de la bancada gubernamental en la Cámara Baja.

Dirceu, sin embargo, salió fortalecido de la reforma, ya que, además de coordinar el gabinete, también quedará encargado de administrar el presupuesto nacional, lo que lo convierte en una especie de "gerente general" del gobierno.

Con los ajustes realizados en el gobierno y la alianza con el PMDB, el PT puede aspirar a mejorar considerablemente su desempeño en las próximas elecciones municipales, ya que, en los últimos comicios, realizados en 2000, sólo conquistó el poder en 185 ciudades brasileñas. (DPA)

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Lula y su jefe de Gabinete, José Dirceu.

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