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 lunes, 08 de diciembre de 2003

El proyecto es vital para la comunicación de la capital con el Mercosur
Polémica en torno a una importante obra vial en la ciudad de Santa Fe
Ambientalistas se oponen a la tala de árboles para el ensanche de las avenidas 27 de Febrero y Leandro Alem

Atilio Pravisani / La Capital

Santa Fe. - El ensanche y remodelación de las avenidas Leandro Alem y 27 de Febrero, conexión única y fundamental con la Mesopotamia, abrió una polémica de tal envergadura que prácticamente ha dividido a la ciudad. Es que la obra, tal como está proyectada, requiere de la tala de numerosas especies arbóreas y ya ha generado una rotunda oposición de parte de entidades ambientalistas. Sin embargo, muchos también consideran vital su ejecución, aun cuando aceptan la necesidad de promover algunos cambios en los trabajos ya iniciados.

Ambas avenidas separan al puerto de la ciudad y empalman el ingreso y la salida por la ruta 168 con el acceso a la autopista Rosario-Santa Fe por la avenida Mar Argentino. Por allí circulan diariamente alrededor de 8.000 camiones y cerca de 30.000 automóviles y su estado actual, además de ser calamitoso, resulta impensable como vía de comunicación para un tránsito de tal envergadura. Se trata de un proyecto muy polémico, que tiene un costo elevado y ha provocado que muchos de los funcionarios que participaron del mismo ahora se limiten a un silencio de radio ante la embestida de distintos organismos.

La obra proyectada habilita ocho carriles, en una especie de multitrocha, por la avenida Alem lo cual contribuirá a acelerar el tránsito por esa arteria nacional. Los trabajos ya empezaron y eso complica la oposición emprendida días atrás desde la comisión municipal de Defensa del Patrimonio Cultural.

Lo insólito del caso es que el actual proyecto está consensuado entre la Nación, la provincia y el municipio y de ninguna manera admitirá retroceso alguno, aunque se están dando algunas modificaciones que en la mayoría de los casos que tienen que ver con el salvataje de árboles sobre avenida Alem.


Objeciones
Tanto esta comisión municipal como el Concejo, que solicitó precisiones sobre los alcances del ensanche, se enteran ahora de la participación del municipio capitalino, a través del área de Planeamiento y de la intervención de funcionarios en reuniones realizadas en Medio Ambiente de la provincia. Además, de estos encuentros participaron entidades ambientalistas como el Centro de Protección de la Naturaleza, y el Colegio de Arquitectos.

Esto señala que en ámbitos del Estado, y en particular del municipal, se conocía el proyecto e incluso se intervino en su estructuración, por lo cual no se puede argumentar que el municipio no estaba al tanto de cómo sería la obra. Incluso en esas reuniones las organizaciones ambientalistas fundamentaron las objeciones del caso.

La comisión municipal de Defensa del Patrimonio plantea dos aspectos fundamentales en su oposición al proyecto tal como está. Por un lado advierte sobre el impacto ambiental sobre un importante e histórico sector de la ciudad (el talado de arboles en la mayor parte del trazado) y, por el otro, señala que se dejan de lado decisiones que pueden determinar un nuevo escenario urbano como es la posibilidad de traslado del puerto de esa zona. También se afirma que el estudio de impacto ambiental debió ser previo a la adjudicación y que el actual proyecto deber ser reemplazado por otro menos agresivo.

En este sentido, algunas características del emprendimiento se han modificado -los opositores no opinan lo mismo- con el objeto de salvaguardar especies arbóreas, aunque hay algunas insalvables: unos 300 añosos árboles ubicados por Alem entre Belgrano y el puente Oroño, que serán extraídos en su totalidad. Sin embargo, se salvarán algunos ubicados en la plazoleta de la Paz, al oeste de la plaza Alberdi y además se mantiene parte de la fisonomía de las Baterías Santafesinas y de plaza Colón.

En esta polémica, hay defensores del proyecto que opinan que gran parte de la arboleda amenazada por el proyecto -en su mayoría tipas de cientos de años- no están en condiciones para mantenerse en pie por mucho tiempo más, ya que en algunos casos están infectados por hongos, maltratados o mutilados. La extracción de esos 300 árboles será compensada con la implantación de otras mil, a lo que se agregarán 31 mil más que la empresa deberá colocar en otras áreas y avenidas de la ciudad.

Otro elemento que también fue criticado es la separación entre el puerto y la ciudad que quedará una vez concretada esta gran trocha de cemento. Sin embargo, en este caso la polémica se atenuó al aclararse que el talud que sobresaldrá del pavimento tendrá 60 centímetros y no 1,60 metro, como se había dicho en un principio. No obstante, en torno a esta cuestión hay otra objeción vinculada con el posible traslado del puerto de Santa Fe a otro sector. De ser así, el trazado urbano de esta zona de la ciudad se transformaría radicalmente y no sería compatible con esta nueva multitrocha. Sin embargo, los defensores del ensanche señalan que para la mudanza del puerto no hay siquiera estudios de factibilidad y desconfían de que ese proyecto vaya a concretarse alguna vez.

"Mientras tanto, esta vía de comunicación ya no admite más demoras si es que pretendemos que no nos saquen del mapa y ya nadie pase por Santa Fe", se insistió a este diario desde una repartición estatal.

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El trazado proyectado implica la tala de árboles.

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