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 domingo, 16 de noviembre de 2003

Imágenes de un campo de batalla

Jerome Bastion

Estambul. - Todo el frente de una de las sinagogas contra las que se atentó ayer en el centro de Estambul se derrumbó y la calle presentaba el aspecto típico de una escena de guerra. Ante la sinagoga de Neve Shalom un cráter en la calzada testimoniaba la violencia del estallido. Testigos en el lugar indican que fue provocado por una camioneta atiborrada de explosivos.

A unos quince metros de la entrada de Neve Shalom, donde los fieles se habían congregado para seguir el oficio yacían los restos completamente calcinados de un vehículo. Las fachadas de los edificios cercanos daban cuenta con sus ventanas de vidrios completamente astillados y salientes derrumbadas de lo terrible del estallido.

En un perímetro cercano las insignias de los comercios, mayormente de material eléctrico, fueron propulsadas a decenas de metros a la redonda. Dos cuerpos de transeúntes estuvieron abandonados largamente en la calzada, tapados por diarios, y restos de cuerpos humanos que se encontraban encima de los techos de los coches, en la calle o en la puerta de los comercios fueron ocultados de idéntica manera.


Pánico en las calles
Calzados, sacos manchados de sangre daban cuenta de la violencia del estallido y las escenas de pánico que lo siguieron. La calle estaba recubierta de polvo, escombros, hierros retorcidos, plásticos en un radio muy amplio.

Los comerciantes del barrio estaban en pleno estupor y algunos tenían los rostros cortados por vidrios. Corrían también en todos los sentidos procurando saber de sus allegados. "Fue como un terremoto", relata un comerciante de 40 años que no quiso dar su nombre. Simplemente "inhumano", dijo. Dice que vio "gente cubierta de sangre, algunos con la pierna cortada, una escena de guerra", agregó.

Mustafá, de 42 años, que trabajaba en la parte trasera de su negocio relata: "Escuché una explosión a volverte sordo, después se cortó la electricidad. Salí envuelto en una enorme nube de humo".

Los policías con máscaras buscaban víctimas entre los escombros. Las autoridades pidieron donadores de sangre para los numerosos heridos. (AFP)

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