¿Te acordás, hermano?: Alejandro Mur, para muchos, el mejor

El centrofoguar habla de la campaña de Central del 48 al 50

Miguel Pisano / Ovación

Se paraban para verlo jugar. Por algo referentes del fútbol de la talla del Flaco Menotti y del propio don Angel Zof coinciden en que Alejandro Mur fue el mejor jugador que vieron. El Tato Mur, aquel notable centrofoguar que descolló en Central entre el 48 y el 50 y que le hizo goles memorables hasta al mítico Amadeo Carrizo, ahora canta 76 años durante un extenso diálogo telefónico con Ovación desde Buenos Aires, donde vive desde hace más de 40 años. Fino, elegante, extraordinario son algunos de los calificativos utilizados por sus apologistas para definir al poeta del potrero, tan capaz de dibujar los mejores goles como de hacer malabarismos con la redonda, con la recordada pelotita de maíz de antaño o hasta con una moneda entre dos dedos de una mano, en los bravos pagos de Bella Vista.

-Menotti, Zof y la Chancha Piraíno coinciden en que fuiste el mejor jugador que vieron. ¿Y vos qué decís?

-Yo no puedo hablar de mí. Fui un loco lindo. Tenía una buena gambeta y hacía cosas con la pelota que le gustaban a la gente.

-¿Eras el mejor, como dicen?

-Gambeteaba bastante bien y tenía mucha habilidad.

-¿Cómo eras como jugador?

-Era centrodelantero o centrofoguar, pero no jugaba bien de punta sino que me replegaba y jugaba con los medios. Hice goles de chilena, de taquito, cruzados a un ángulo. Algún canalla seguro que se acuerda de alguno.

-¿Por qué Tato?

-En Rosario me conocen más por Tato que por Alejandro. Al sobrenombre me lo puso un matrimonio italiano del barrio Bella Vista porque había otro pibe al que le decían Toto.

-¿Empezaste a jugar en las canchitas de siete?

-Jugábamos todo el día y en cuanto torneo había en las canchas de Francisco Godoy, Bella Vista, El Tropezón, Los Once Unidos y Villa Pría.

-¿El mejor equipo de Central en el que jugaste?

-El del 48 y 49: Quatrocchi; Armándola y Soria; Sosa, Brito y Fogel; Osvaldo Pérez, Benjamín Santos, Mur, Luis Bravo y Villarino. Esa fue la mejor delantera de Central y la más goleadora porque nos conocíamos de las inferiores.

-Fuiste uno de los argentinos que emigró al fútbol colombiano, en la época de El Dorado.

-En Central jugué desde el 48 al 50 y después me fui a Colombia, sin el pase, y jugué primero en América de Cali y después me compró Deportivo Cali. Allá jugué con Pontoni y Pedernera y te pagaban mucho mejor que acá. Central no me pagaba nunca, yo era joven y no tenía la personalidad para ir a pelear para que me pagaran.

-¿Seguís la campaña de Central?

-A Central lo llevo en la sangre y lo quiero desde pibe, cómo no lo voy a ver. Cuando viene a jugar a Capital voy a verlo. Antes hasta iba al hotel, pero ahora no voy a todos lados por los locos sueltos. Vas a ver un partido y en una de esas te traen en un cajón.

-¿Seguís yendo a ver partidos de pibes como cuando trabajabas en las inferiores de Central y de Platense?

-Sí. En Villa Urquiza y en parque Saavedra hay muchas canchitas y voy a ver jugar a los pibes. Si me falta el fútbol es como si me faltara la respiración.

Tato Mur, el elegido de Menotti y Zof.