Charlas en el Café del Bajo

-Quiero compartir con usted, Inocencio, dos cartas que me han enviado. La primera de ellas llega desde Córdoba y dice así: "Mi nombre es Agustín Sosa, soy de la ciudad de Córdoba, pero con un gran afecto a tu bellísima ciudad ya que además de tener grandes amigos en Rosario, mi dulce novia también es rosarina y sigue radicada allí. De más está decir que leo a diario, gracias a la magia de la Internet, todas la páginas de La Capital y por supuesto tu columna que considero que además de ser muy jugosa, no tiene desperdicios. Te molestaba por lo siguiente: como todos sabemos, el próximo domingo se eligen los representantes del pueblo en todo el ámbito provincial y quería hacerte hincapié en lo que podría ser una nueva forma de hacer política, aprovechando esta gran herramienta que son los correos electrónicos. Fijate que sería muy bueno que se aprovechara la oportunidad para bajar los siderales gastos en las campañas con afiches y panfletos que ensucian la ciudad (y que encima los solventamos entre todos), pudiendo limitarse a la propaganda mediante espacios publicitarios en televisión y radio y con el envío de limitados e-mails al común de la población para exponer las distintas propuestas de cada candidato o partido político y por qué no, denuncias o "escraches" si en verdad son ciertos. Desde Córdoba te mando un afectuoso abrazo. Agustín".

-Bueno, tiene razón, Rosario se ha convertido en un carnaval de afiches, pasacalles y volantes desparramados por calles y veredas. Me pregunto si los partidos y candidatos han realizado la correspondiente solicitud de permiso municipal para efectuar esta propaganda y en todo caso, si no es así, si los inspectores labrarán las correspondiente actas de infracción.

-Usted es un poco inocente. Bueno, la segunda carta me cuestiona en cierto modo, pero como está escrita con respeto y mi propósito es estar abierto a todas las inquietudes la voy a transcribir textualmente: "Estimado señor Candi: ayer usted comentó la solicitada aparecida el domingo y firmada por «los Independientes». Hoy se publicó una solicitada aclarando que el doctor Román Binner trabajó en el Heca desde 1989 y falleció en el 2000. A esa incorrección se le suma esta: la señora Susana Bartolomé, de la Dirección General Descentralizada, no designó «a dedo» a su esposo como decano de Ingeniería. El Ingeniero Asteggiano fue designado por el voto mayoritario de los señores miembros del consejo directivo de la Facultad de Ingeniería. Usted no se preocupó mucho por determinar si todas las denuncias sobre «la empresa familiar» eran ciertas. Yo estimo que usted debería aclarar eso. Cordialmente. Agustín".

-¿Y qué va a decir al respecto?

-Podría expresar muchas cosas respecto de la solicitada de los independientes y sobre todo del "espíritu" de la solicitada. Y hasta podría sustentar la defensa a partir de las mismas palabras que utiliza el amigo en la carta: "Si todas las denuncias sobre la empresa familiar eran ciertas". Pero no creo que sea apropiado aprovechar espacios y ventajas para imponer mi criterio, así que aquí nomás me detengo. Cumplí, creo, con el amigo Agustín. Sí voy a reafirmar una reflexión: a mí, personalmente, me hubiera gustado que esta campaña política tuviera menos volantes y publicidad con contenidos agresivos y más propuestas. Y vuelvo a preguntar: ¿quién puede estar libre de pecados para arrojar la primera piedra?

-Bueno, pero yo sí puedo decir algo respecto a la solicitada y voy a decir que...

-Mire, Inocencio, lo único que podemos decir ahora, y para cerrar por varios días el capítulo político, es que quien sea triunfador en las elecciones, sea el socialismo popular, el justicialismo, Recrear o cualquier otro partido, lo mejor que puede hacer es terminar con los enfrentamientos, las acusaciones y el intercambio de disparos verbales. Mejor que tales controversias y distanciamientos es la unidad para tratar de salir adelante. El país y fundamentalmente Santa Fe y Rosario tienen demasiados problemas como para darse el lujo de gastar energías en otras cosas. Mire usted lo que ha hecho el peronista Baltuzzi ahora, llevar a la Justicia el artificio electoral. ¡Vamos!

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