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 miércoles, 27 de agosto de 2003

Cristina Kirchner estuvo en Santa Fe para hacer campaña por el peronismo
La primera dama le dio un fuerte aval a la candidatura de Obeid
La presencia de la senadora intentó borrar las suspicacias sobre un supuesto respaldo presidencial a Hermes Binner

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

"Es obvio, ¿no? No es que estoy aquí por que vi luz y entré. Me tomé un avión, es una visita programada a una provincia en la que dentro de diez días hay elecciones y estoy sentada con el candidato a gobernador Jorge Obeid y su candidata a vice, María Eugenia Bielsa. Los lugares, los posicionamientos, son obvios". Así de contundente y cumplidora se mostró anoche en Santa Fe la senadora Cristina Fernández de Kirchner al traer su respaldo al postulante peronista. Una adhesión a la que los dirigentes del Frente por la Victoria se empeñaron en anexar una extensión: la del propio presidente de la Nación.

La definición de la esposa del primer mandatario llegó a la primera pregunta de la conferencia de prensa que brindó en la sede del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral, poco antes de las 22.30, e importó para satisfacción de Obeid, Bielsa y el diputado Julio Gutiérrez (también sentado en el estrado) la satisfacción del objetivo cumplido. Fernández de Kirchner respondió así a la pregunta sobre si apoyaba a Hermes Binner. La respuesta funcionó como una desmentida de esa supuesta adhesión.

Desde el Paraninfo de UNL, la abundancia de citas a autores y pensadores hizo que el acto pareciera un congreso o seminario. "No tomamos la Bastilla, tomamos la palabra", dijo Bielsa recordando el Mayo Francés.

Nadie se animó a cantar la marcha peronista, la concurrencia estuvo sentada y los pasillos moderadamente colmados (lo que se logró con pantallas gigantes que permitieron seguir el desarrollo desde el hall central e incluso la vereda), hubo reparto de folletería y hasta caramelos. Los aplausos fueron discretos y no se colgaron íconos ni escudos identificatorios. Los oradores disimularon sus críticas con eufemismos y evitaron nombres propios.

Obeid aludió al menos en dos oportunidades a Carlos Reutemann en su discurso pero sin nombrarlo: fue al recordar que en la gestión que él encabezó (1995-1999) construyó 21 mil viviendas, contra "las 5.000 construidas por la administración anterior y las 7.000 de la actual", ambos períodos encabezados por Reutemann. También aludió al Lole al prometer la creación de un Ministerio de Asuntos Hídricos "para que nunca más la improvisación gane y se repita una catástrofe como la de Santa Fe".

También prometió que los docentes ya no serán asistentes sociales pues dejarán de "ocupar la mitad de su tiempo en enseñar y el resto en la administración de la comida o la copa de leche", para lo cual dijo que pondrá los comedores bajo Promoción Comunitaria. El reflotamiento de la Región Centro, más caminos y rutas, la transformación en oceánicos de los puertos de la provincia, la creación de una banca mixta para sostener la producción y la transparencia de sus funcionarios fueron las ideas fuerza que desgranó el candidato.

Cristina de Kirchner, en cambio, repasó las ideas de su generación, recordó su paso por Convención Constituyente, pero no se acordó de Reutemann. Recién en la conferencia de prensa, y cuando le recordaron que en su anterior visita durante la campaña presidencial había fustigado duramente la prescindencia del gobernador, la senadora se refirió al Lole desde la picardía: "Es el presidente del PJ, ¿no?", y Obeid la corrigió.

En su alocución sí habló de Carlos Menem más de una vez, aunque sin salirse del libreto: nunca lo nombró. Desde el comienzo cuando exhortó a "recuperarnos no sólo de la destrucción económica y financiera sino de la moral, de la que la última década fue el paso de su consumación", lo que despertó un primer aplauso.

Cuando le preguntaron qué opinaba sobre la decisión de Reutemann de apoyar a otro candidato a gobernador y no a Obeid, prefirió hacer como si no hubiera entendido. Salió del paso afirmando que le parecía "casi lógico". Ante otra consulta, se desentendió repreguntando: "¿Cuál es el modelo Reutemann?".

Al momento del apoyo, sí fue explícita: aseguró que "Jorge y María Eugenia tienen ideas nuevas, visiones diferentes de cómo debe abordarse la gestión del Estado y una comprensión de la nueva etapa que está viviendo la sociedad argentina, que tampoco es casual en el marco mundial".

Antes, había reafirmado una vez más el objetivo de su asistencia: "No creo que Obeid necesite que le transfiera votos (el presidente Kirchner); el único que los transfería murió hace mucho: fue Juan Perón".

No se apartó del discurso oficial al evaluar la elección de Aníbal Ibarra afirmando que el segundo lugar que alcanzó el domingo era lo esperado desde que partió con diferencia en contra de 15 puntos.

Tampoco quiso responder cuando se le pidió que precisara el incidente entre su marido y el vicepresidente, Daniel Scioli. "Fue una decisión presidencial. Una muy clara respuesta por quien correspondía y que es el presidente, pero no vengo a hablar de este tipo de cosas".

Sólo una vez transpiró anoche Obeid. Fue en la conferencia de prensa cuando la primera dama se desmarcó sorpresivamente al responder la pregunta sobre la escasez de dirigentes santafesinos en el gabinete nacional. "Hay un excelente dirigente, un hombre con una capacidad jurídica muy fuerte prestando servicio como procurador. En el cargo que es nada más ni nada menos que el jefe de los abogados de todo el Estado nacional y que es el doctor Horacio Rosatti", dijo sin dudar Fernández de Kirchner.

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Fernández, Obeid y Bielsa encabezaron el acto.

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