Bergoglio instó a Scioli a superar las diferencias con el presidente

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, recibió ayer al vicepresidente Daniel Scioli, en un nuevo gesto de la Iglesia para evitar que se agudice la crisis por las diferencias que el ex secretario de Turismo mantiene con el presidente Néstor Kirchner.

Hace una semana había sido el titular del Episcopado, el arzobispo de Rosario Eduardo Mirás, quien públicamente salió a pedir que "se superen todos los roces" entre ambos funcionarios.

Si bien el cónclave se mantuvo en estricta reserva, se pudo saber que Scioli estuvo por más de una hora reunido con el purpurado porteño en la sede de la Curia Metropolitana, ubicada frente a la Plaza de Mayo.

Trascendió, asimismo, que Bergoglio le habría pedido al vicepresidente Scioli que las partes busquen, a través del dialogo, acercar posiciones para "evitar nuevos sobresaltos políticos".

También lo habría exhortado a Scioli en particular y a la cúpula gubernamental en general -siempre según las fuentes oficiales- a "trabajar con un único objetivo: el bien común de la gente".

Sin embargo, voceros eclesiásticos le bajaron el significado a la reunión entre Bergoglio y el vicepresidente al afirmar que la misma "estaba agendada hace mas de un mes".

Las diferencias entre Kirchner y Scioli, tanto por la anulación por parte del Congreso nacional de las polémicas leyes de punto final y obediencia debida, como por el anuncio de aumento de tarifas en los servicios públicos, se agudizaron en las últimas semanas desatando una verdadera crisis en el seno mismo del gobierno.

A tal punto que hasta hoy no ha habido contactos entre el presidente y su vice, por lo que funcionarios de primera línea, entre ellos el ministro del Interior, Aníbal Fernández, tratan de bajarle el tono a la disputa interna y diferenciarla de la que provocó la renuncia de Chacho Alvarez durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Días después el titular del Episcopado sumo su voz para ponerle paños fríos a la diferencia e insto a las partes "a superar los roces".

"Hay que a ponerse detrás de un mismo objetivo: que la Argentina vuelva a ser un país realmente grande, y que vaya cediendo el número de los excluidos, necesitados y pobres", sugirió monseñor Miras en aquella oportunidad.